HIGIENE DENTAL

Dientes en niños: 7 hábitos que ayudan al cuidado bucodental

Es de vital importancia que ya desde que los niños son pequeños tengan muy claro que tener un buen cuidado y una buena higiene bucal es fundamental no solamente por motivos estéticos, sino también para prevenir gran cantidad de enfermedades, caries y otro tipo de infecciones. Sobre todo, hay que tener especial cuidado con los dientes de leche, ya que son mucho más delicados y su mantenimiento influirá después en cómo saldrán las piezas definitivas. Los hábitos más importantes en cuanto a higiene se refiere son, sin duda, los del cepillado diario y la alimentación, además de por supuesto acudir al dentista de forma regular. Los dientes infantiles realmente requieren de los mismos cuidados que las piezas permanentes, por lo que sí se adoptan buenas costumbres ya desde la niñez, luego estas permanecerán también en la vida adulta. La implicación parental será clave en estos casos, ya que ayuda a concienciar a los más pequeños a tener rutinas de higiene bucodental adecuadas.

A partir de los 6 años, los niños empiezan a perder los dientes de leche para dar paso a los definitivos, un proceso que se conoce como dentición mixta, y en el cual todas las piezas permanecen en la boca, hasta que a los 11 años aproximadamente, el niño ya tiene la dentadura completa. Sabiendo esto, queda claro por qué esta época de cambios es tan importante a la hora de instaurar unos buenos hábitos dentales en la vida de los pacientes.

Los adolescentes suelen ser ya bastante conscientes de la importancia de tener una buena higiene dental, aunque en su mayoría sobre todo se debe a motivos estéticos. Las medidas preventivas son elementos fundamentales en estos casos, y llevarlas a cabo puede reducir la necesidad de someterse a tratamientos que puedan ser dolorosos o molestos en la adultez, sin mencionar que económicamente también proporciona ciertos beneficios.

• Cuidar la salud general: Algunos hábitos, como pueden ser el del tabaco, son especialmente perjudiciales para la salud bucodental, sobre todo para aquellas personas que empiezan más jóvenes. Además de tener más riesgo de padecer un cáncer oral, también se multiplican las posibilidades de que los dientes se vuelvan amarillos, se desarrolle el mal aliento, o incluso que puedan aparecer manchas.

• Evitar las situaciones de estrés: Los niños y adolescentes pueden verse muy afectados por el colegio, los exámenes o las tareas, lo que hace que sufran ansiedad y estrés. También es importante mencionar que esto es todavía más grave para aquellos que sufran bruxismo o rechinamiento involuntario de la mandíbula. Por ello, es necesario tratar este problema a través de las férulas de descarga, además de acudir al dentista para que este pueda proponer las soluciones adecuadas dependiendo de cada caso.

• Utilizar protectores bucales para evitar accidentes: Los niños y adolescentes suelen practicar deportes en grupo o de contacto que hacen que aumente el riesgo de sufrir impactos en la zona de la boca. Por ello, utilizar un protector bucal en estos casos será fundamental para poder evitar la caída o rotura de las piezas dentales.

• Acudir al dentista de forma frecuente: Las revisiones a un odontólogo profesional deben realizarse al menos una vez al año, aunque dependiendo del paciente y de su caso, el número de visitas puede variar. En caso de duda, también se recomienda acudir a una clínica dental cuanto antes para ponerle la solución que sea más adecuada.