Alveolitis húmeda, ¿qué es?

La alveolitis húmeda es la consecuencia de una infección que se produce aproximadamente 24-72 horas después de haber realizado una extracción de un diente. Generalmente, este tipo de operaciones se pueden llevar a cabo con total seguridad y sin problema, pero en ocasiones se puede producir una infección de estas características. La alveolitis húmeda se da una vez el hueco que queda de la pieza extraída no está vacío, sino que cuenta con un tejido sangrante que suele ser un indicador de que algo no está transcurriendo como debería. Es un proceso que puede resultar algo doloroso para quien lo padece, y cuyas características principales incluyen mal sabor de boca y mal aliento. No obstante, no produce tantas molestias como la alveolitis seca, y generalmente suele solucionarse a los pocos días, aunque es importante tener cierta cautela. 

Alveolitis húmeda

¿Cuáles son los síntomas de la alveolitis húmeda?

Los síntomas de la alveolitis húmeda suelen ser bastante característicos, y por ello es muy importante tenerlos en cuenta. Entre estos destacan:

  • El alveolo adopta un color más oscuro e incluso puede sangrar.
  • Un dolor intenso en la zona tratada, el cual suele aparecer aproximadamente entre el primer y tercer día después de la extracción. También existen casos donde el paciente experimenta dolor alrededor las piezas adyacentes situadas cerca del lugar donde se ha producido la intervención.
  • Su duración suele ser corta, aunque variada: Independientemente de si se recurre a tratamiento, se estima que la duración de la alveolitis húmeda es de entre 15-20 días si no se produce una infección adicional. 
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Causas de la alveolitis húmeda

La alveolitis húmeda se puede producir por diferentes motivos, algunos de ellos por motivos de contaminación en la zona tratada. El coágulo en estos casos no se suele perder, pero sin embargo sí puede infectarse. También hay casos donde los restos de materiales no son correctamente retirados, lo cual termina derivando en una reacción a un cuerpo extraño. Por supuesto, otros motivos de peso para que se produzca la alveolitis húmeda es una incorrecta higiene oral diaria, de manera que los restos de comida se terminan acumulando en el alveolo. Esto termina produciendo la infección, haciendo que la persona afectada padezca dolores y molestias. Aquellos que también tengan hábitos poco saludables, como es el caso de fumar, son más propensos a padecer alveolitis húmeda tras una extracción. 

Factores de riesgo alveolitis

Existen una serie de factores de riesgo que es importante tener en cuenta cuando se habla de la alveolitis. Entre ellos, se debe prestar especial atención a los mencionados a continuación:

  • Ingesta de anticonceptivos: Estos pueden terminar provocando alveolitis, especialmente si se ingieren con poco control.
  • Fallo por parte del profesional: En algunos casos, la alveolitis se produce debido a que el encargado de realizar la extracción ha cometido algún error, por lo que para evitar este tipo de fallos se recomienda acudir a un dentista con experiencia.
  • Cirugía de muelas del juicio: Cuando se retienen las muelas del juicio, también llamadas cordales, es más sencillo que se produzca la alveolitis.
  • Poca o mala higiene dental: Como bien se ha mencionado anteriormente, una persona que carezca de una correcta higiene bucodental también es mucho más propensa a padecer esta infección. 

 

Complicaciones alveolitis húmeda

La realidad es que, si bien la alveolitis húmeda es bastante incómoda y puede producir dolores y molestias, también es muy sencilla de tratar, ya que desaparece en unos cuantos días, sin dejar secuelas. No obstante, se recomienda tener de igual manera una correcta higiene dental, además de eliminar sustancias nocivas como el tabaco, y acudir al dentista regularmente para que éste pueda valorar el caso y recomendar la solución más adecuada. 

Prevención alveolitis húmeda

La alveolitis húmeda tiene una prevención relativamente sencilla, pero es necesario seguir una serie de precauciones para poder garantizar que no se produzca su aparición. Entre ellas, es importante mencionar las siguientes:

  • Mantener una adecuada higiene dental: Esto no solamente incluye un buen cepillado por lo menos tres veces al día, después de cada comida, sino también la utilización de otros elementos auxiliares como es el caso del colutorio, la seda dental o incluso irrigadores dentales. Esto hará que la limpieza sea mucho más completa.
  • Evitar determinadas sustancias: En el caso de los fumadores, el tabaco no solamente es nocivo para su salud general, sino que es especialmente dañino para la salud bucodental. Por ello, evitar el tabaco a toda costa, especialmente en las primeras horas posteriores a la intervención, ayudará a que la curación sea mejor.
  • Utilizar cepillos suaves: Especialmente los primeros días posteriores a la extracción, ya que es importante evitar todo contacto posible con la zona que ha sido tratada para evitar heridas, infecciones, etc. 
Consejo P&P Clinic
Ante un caso se alveolitis lo mejor que se puede hacer es seguir con diligencia cada una de las recomendaciones del especialista.

¿Cuál es el tratamiento de alveolitis húmeda?

La alveolitis húmeda generalmente suele desaparecer a los pocos días. No obstante, existen una serie de tratamientos a los que se puede recurrir para una correcta recuperación, entre los cuales se deben mencionar los siguientes:

  • Una correcta higienización: Concretamente en la zona que ha sido tratada, es decir, en el alveolo o hueco que queda en la boca una vez se ha extraído la pieza dental. Esta higienización consiste en limpiar este pequeño espacio, de manera que se eliminen todos los residuos o restos de materiales acumulados y que pueden provocar infección. No se recomienda utilizar cepillos con cerdas duras, pues podrían provocar roces y heridas. En este caso, lo más conveniente es emplear suero fisiológico para que las cavidades se encuentren limpias y se puedan eliminar todos los microorganismos dañinos. 
  • Consumo de ciertos medicamentos: Es importante recalcar que estos únicamente se deben ingerir si han sido recomendados previamente por un profesional. En estos casos, pueden ser de gran ayuda para desinflamar la zona afectada y reducir las molestias y dolores que el paciente esté experimentando. Si se produjera una infección grave, el dentista podría llegar a recetar antibióticos, aunque su uso dependería de cada paciente a nivel individual, y lo que este necesite según su situación particular. 
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