La anquilosis dental es un trastorno poco común que se produce cuando un diente se fusiona directamente al hueso alveolar que lo rodea impidiendo su movimiento normal. Una condición entre el diente y el hueso que, por lo general, está causada por un daño en el ligamento periodontal que mantiene el diente en su posición.
La anquilosis afecta tanto a los dientes de leche como a los dientes permanentes. Los dientes que sufren este trastorno no pueden moverse ni erupcionar de forma adecuada. Una situación que puede dar lugar a problemas de mordida, alineación dental y estética. En este artículo, veremos cuáles son las causas de la anquilosis dental, sus síntomas y consecuencias y los principales tratamientos que llevamos a cabo para solucionarla.
¿Qué causa la anquilosis dental?
Uno de los factores habituales que desencadenan la presencia de anquilosis dental es un traumatismo en la zona bucal. Hablamos, por ejemplo, de una lesión deportiva, un accidente o una caída.
Cuando un diente sufre un golpe o un impacto fuerte, los ligamentos y los tejidos que lo rodean pueden verse dañados. A modo de respuesta, el cuerpo intenta reparar el daño fusionando el diente con el hueso alveolar, dando lugar a una anquilosis dental.
Otra de las causas que se atribuyen a este problema son las infecciones dentales. Si se produce una infección en la raíz del diente, se dañan los tejidos que se hallan a su alrededor. Al igual que en la causa anterior, la respuesta del cuerpo para protegerse de la infección y evitar que se propague es fusionar el diente con el hueso. Una caries profunda o una enfermedad periodontal son, precisamente, dos trastornos que pueden dar lugar a una infección y a una posterior anquilosis dental.
Hemos de hablar también de trastornos genéticos como una posible causa de la aparición de una anquilosis. Sobre todo, aquellos trastornos que afectan al desarrollo y a la formación de los tejidos dentales y óseos. El síndrome de Down y el síndrome de Turner son dos de los trastornos genéticos que se asocian con un mayor riesgo de anquilosis dental. En estos casos, la causa se halla en las anomalías estructurales que afectan la erupción normal de los dientes.
Por otro lado, existen casos en los que no se sabe con exactitud cuál ha podido ser la causa de aparición de la anquilosis dental. A este tipo de situaciones se las conoce como casos idiopáticos, ya que no se conoce completamente cuál es la causa origen. No obstante, en la mayoría de las ocasiones todo se debe a una combinación de factores genéticos y ambientales.
Sea cual sea la causa que origina este trastorno, la anquilosis dental tiene un impacto significativo en la salud bucal de una persona. No en vano, ya que el diente afectado no puede moverse, es probable que surjan problemas de mordida y dificultad para masticar los alimentos. Además, la anquilosis también suele afectar a la alineación de los dientes vecinos, dando lugar a problemas de maloclusión. Asimismo, la higiene oral se complica ante la ubicación del diente afectado.
Tratamientos para la anquilosis dental
La anquilosis dental es un trastorno que genera problemas funcionales y estéticos, ya que los dientes anquilosados no pueden moverse correctamente durante la masticación. Afortunadamente, existen varios tratamientos para solucionar este problema y restaurar la función y la estética dental.
Uno de los tratamientos más habituales para la anquilosis dental es la cirugía con la que liberamos el diente anquilosado para permitir su movimiento. Durante este procedimiento, separamos el diente del hueso alveolar y colocamos un material de relleno entre ellos para evitar que vuelvan a fusionarse. La liberación quirúrgica es una muy buena opción para los casos de anquilosis temprana o cuando se desea preservar el diente natural.
La ortodoncia es otro de los tratamientos más efectivos para la anquilosis dental. Aparatos como los brackets, por ejemplo, nos ayudan a aplicar fuerzas graduales y controladas sobre el diente anquilosado con el objetivo de movilizarlo y liberarlo del hueso alveolar. Un tratamiento que es ideal en casos de anquilosamiento leve o en pacientes jóvenes cuyo desarrollo dental aún no ha finalizado.
Una de las opciones de tratamiento para los casos más graves de anquilosamiento es la extracción dental. Una opción muy útil en aquellas situaciones en las que la anquilosis afecta a un diente permanente. Para reemplazar el diente afectado, utilizaremos un implante o un puente dental.
Finalmente, podemos emplear también una técnica conocida con el nombre de terapia de implantes óseos. Con ella lo que hacemos es insertar un implante dental en el hueso alveolar y colocar una corona dental sobre él. El implante actúa como una raíz artificial y proporciona soporte para la corona. De esta forma, logramos recuperar la funcionalidad y la estética en los dientes.
Síntomas de la anquilosis dental
La anquilosis dental es un problema que puede afectar a personas de todas las edades. Uno de sus síntomas más comunes es la falta de movilidad del diente afectado. A diferencia de los dientes normales, que poseen cierta flexibilidad, el diente anquilosado está firmemente unido al hueso y no se mueve cuando se le aplica presión. La falta de movilidad se puede detectar fácilmente durante un examen dental.
Además, los pacientes con esta afección suelen experimentar una ligera diferencia en la longitud aparente de los dientes. El diente anquilosado no erupciona normalmente a medida que lo hacen el resto de los dientes, de ahí su diferencia de tamaño. Esto provoca que los dientes anquilosados bloqueen o retrasen la erupción de los dientes que se hallan a su lado, dando lugar a una maloclusión o una mordida incorrecta.
Otro de los síntomas más habituales de este problema, relacionado con la situación anterior, es la asimetría en la línea de la sonrisa. Si un diente anquilosado está presente en una posición más alta o más baja que los dientes que se encuentran alrededor, la apariencia estética de la sonrisa no será la misma que la que presenta una persona normal.
Hay casos en los que la anquilosis dental viene acompañada de dolor o malestar en la zona afectada. Una situación que se da, sobre todo, cuando la anquilosis se asocia con infecciones o inflamación en los tejidos bucales. Un malestar que aumenta al masticar o al aplicar cierta presión sobre el diente anquilosado.
Además de los síntomas físicos, tenemos que señalar que la anquilosis dental puede generar problemas psicológicos y emocionales. La alteración de la apariencia de la sonrisa y la posible dificultad a la hora de masticar adecuadamente los alimentos afecta a la autoestima y la confianza de una persona.
Los síntomas suelen variar de una persona a otra, al igual que la gravedad de los mismos. Ante cualquier síntoma de este tipo, es muy importante que el paciente consulte con un dentista para obtener un diagnóstico adecuado y determinar el plan de tratamiento a seguir.
Principales consecuencias de la anquilosis dental
La anquilosis dental es un problema que debemos tratar ya que, de lo contrario, las consecuencias pueden ser importantes para el paciente.
En primer lugar, lo más habitual es que la anquilosis cause problemas significativos en la mordida. El diente afectado pierde su capacidad para moverse, por lo que la mordida se desalinea. Una situación que provoca que el paciente no pueda masticar adecuadamente los alimentos, ya que la fuerza de la mordida es desigual. Este problema trae consigo que los dientes vecinos sufran una presión adicional y un mayor desgaste con el paso del tiempo.
Otra de las principales consecuencias que trae consigo la anquilosis dental tiene que ver con la estética. La fusión del diente con el hueso tiene un impacto negativo en la apariencia de la sonrisa. Si el diente anquilosado se halla en una zona visible, va a afectar a la simetría y la armonía de la sonrisa. Una situación que ocasiona falta de confianza y de autoestima en la persona.
La anquilosis dental también trae consecuencias desde el punto de vista periodontal. Cuando un diente se fusiona con el hueso alveolar, se altera el equilibrio natural entre el diente y el tejido que se encuentra alrededor. Una situación que va a dificultar que el paciente pueda llevar a cabo una higiene oral adecuada, aumentando los riesgos de acumulación de placa y bacterias. Todo ello puede implicar, con el tiempo, la aparición de problemas como la gingivitis o la periodontitis.
La anquilosis dental también tiene un efecto negativo en los dientes vecinos. La falta de movilidad del diente anquilosado ejerce presión sobre los dientes que se encuentran a su lado, provocando que estos se desplacen o se inclinen hacia un espacio vacío. Una situación que puede provocar problemas de apiñamiento dental, desalineación y una mordida incorrecta.
A largo plazo, la anquilosis dental tiene consecuencias en el hueso alveolar que rodea el diente afectado. La falta de estimulación normal del diente provoca una pérdida de densidad ósea en la zona. Además, la fusión del diente con el diente puede causar lo que se conoce como reabsorción radicular, un problema que se caracteriza por la disolución gradual de las raíces del diente. Todos estos cambios van a afectar a la estabilidad de los dientes vecinos, hasta el punto de que requieran de tratamientos adicionales para corregir el problema.
¿Cómo tratar la anquilosis?
Como ya venimos viendo a lo largo de este artículo, la anquilosis dental es una condición por la que un diente se fusiona directamente con el hueso. Una situación que da lugar a problemas de alineación dental y que afecta a tu salud bucal. El diagnóstico de anquilosis conlleva que el paciente debe seguir una serie de medidas para tratar esta situación.
Lo primero que debes hacer es pedir cita en tu clínica dental. La primera visita que hagas a P&P Clinic es totalmente gratuita. Aquí valoraremos tu caso y te propondremos el plan de tratamiento más adecuado. Somos especialistas en anquilosis dental y contamos con los profesionales y los medios más adecuados para solucionar este problema.
En nuestro centro, te asesoraremos sobre las opciones de tratamientos que tienes a tu disposición. La elección de un procedimiento u otro va a depender de la gravedad de la anquilosis dental y las necesidades individuales y específicas de cada paciente. De hecho, son varias las opciones de tratamiento que te podemos ofrecer.
Una de ellas es la extracción del diente anquilosado. La eliminación del diente fusionado nos permitirá crear un espacio para generar soluciones de reemplazo (implante dental, puente o prótesis removible). El proceso de extracción lo llevamos a cabo siempre con el máximo cuidado, guiando siempre a nuestros pacientes para que sepan en todo momento cómo se está desarrollando el tratamiento.
Hay casos en los que es posible aplicar algún tratamiento de ortodoncia para el diente anquilosado. Los aparatos de ortodoncia ayudan a mover los dientes y a corregir la mala alineación dental. Para ello, aplicamos una fuerza gradual para desplazar el diente afectado hacia su posición correcta. El ortodoncista será el profesional encargado de evaluar la situación y determinar si la ortodoncia es el plan de tratamiento más adecuado para tu caso.
La cirugía maxilofacial es otra opción para corregir la anquilosis dental. Un tratamiento que está pensado para los casos más complejos y que lleva a cabo un cirujano maxilofacial o un ortodoncista. La cirugía maxilofacial nos permite separar el diente del hueso o corregir la estructura ósea circundante.
Sea cual sea el tratamiento que hayamos acordado para ti, es muy importante que mantengas una buena higiene bucal. Debes cepillarte los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental con flúor. Asimismo, es necesario el uso diario de hilo, cinta o seda dental y un enjuague bucal antiséptico. Mantener una boca siempre limpia y saludable es la mejor opción para prevenir complicaciones adicionales y favorecer una rápida curación.
Finalmente, sigue en todo momento las recomendaciones de tu dentista. Será la mejor manera de que podamos solucionar de forma definitiva la anquilosis dental.
