Se denomina apicectomía a aquella técnica de carácter quirúrgico que se realiza para poder salvar una pieza dental que se encuentra dañada (por diversos motivos) a través de la anulación de la raíz. De esta manera, se consigue llevar a cabo una limpieza total de los tejidos gingivales que lo rodean y que tengan algún tipo de infección. Este es un procedimiento al que se suele recurrir cuando la endodoncia no ha sido suficiente, por lo que se suele aplicar en casos muy severos. La apicectomía es una cirugía que se encarga de despegar por completo el tejido gingival y dejar expuesto el hueso maxilar que se encarga de soportar la pieza dental.

Apicectomía tratamiento para la infección dental

Una vez se ha llevado a cabo esta primera fase, será conveniente acondicionar el conducto radicular para posteriormente rellenarlo con un sellado específico. Así, es posible recuperar tanto la estética como la funcionalidad del diente. No se debe olvidar que, una vez finalice este proceso habrá que suturar la zona de la encía sobre la cual se ha ejecutado el proceso de incisión. La infección desaparecerá unos pocos meses después, y la pieza logrará restaurarse. La apicectomía es una técnica que, si bien cuenta con bastante complejidad, también es muy útil y ayuda a no perder un diente que haya sido dañado.

 

¿Cuándo es necesaria una apicectomía?

 

La apicectomía se realiza cuando es imposible el control de la infección dental a través de otros tratamientos, especialmente el de endodoncia, que es uno de los más habituales en este tipo de situaciones. Lo cierto es que este procedimiento suele ser altamente exitoso y seguro, pero no siempre es la solución, especialmente en los casos de mayor gravedad. Por este motivo, contar con una técnica tan eficaz como es el caso de la apicectomía es de gran relevancia, ya que de esta manera se consigue controlar una infección excesiva, ayudando a salvar también la pieza dental.

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Por este motivo, algunas personas se preguntan cuándo es necesario someterse a una apicectomía. Lo cierto es que este es un proceso al que se debe recurrir cuando se producen las siguientes situaciones:

 

  • Cuando la infección es de mucha gravedad: En estos casos, se suele presentar también un sangrado muy complicado de controlar.

 

  • Cuando la raíz esté muy dañada: En estos casos, llevar a cabo una endodoncia no será suficiente, y se necesitará de un tratamiento más complejo.

 

  • Cuando el diente presenta fracturas: Si una persona ha sufrido un golpe o traumatismo muy fuerte, los daños pueden ser casi irreversibles.

 

Diferencias con endodoncia

 

Lo cierto es que muchas personas cuando se habla de apicectomía piensan primero en la endodoncia, ya que ambos tratamientos están específicamente creados para poder salvar las piezas dentales que se encuentran muy dañadas. Sin embargo, lo cierto es que hay una serie de diferencias que tienen ambas técnicas, comenzando por que la endodoncia permite eliminar la pulpa dental, “matando” el nervio y salvando el diente. Pero, a pesar de ello, en aquellos casos donde la infección es muy grave, este procedimiento se queda corto. Es algo que no es habitual y que únicamente ocurre en el 10% de los casos, pero puede ocurrir.

 

Si se tiene esto en cuenta, es fundamental contar con una solución añadida para no dar por perdida la pieza dental. Aquí es donde entra en escena la apicectomía, donde la raíz se anula completamente del diente que ha sido dañado para posteriormente limpiar los tejidos gingivales infectados. Es una técnica que, si bien es compleja, es muy eficaz. No obstante, siguen existiendo casos donde esta nunca debe aplicarse, como cuando el diente presenta fracturas longitudinales, cuando el paciente tiene una enfermedad periodontal avanzada, o cuando hay problemas de coagulación que puedan provocar hemorragias.

 

Ventajas de la apicectomía

 

La apicectomía aporta gran cantidad de beneficios a aquellas personas que se someten a ella, pues es posible preservar la pieza dental que tiene algún tipo de infección que no se puede resolver únicamente a través de procesos como la endodoncia. De esta manera, es posible recuperar y salvar tanto la estética de la boca como la funcionalidad de la misma, siendo esta la principal ventaja del tratamiento. No obstante, es importante destacar también los múltiples aspectos positivos que tiene esta técnica:

Implantes dentales sin hueso
  • Evita que se produzca la extracción: Al lograr la salvación del diente, no es necesario extraerlo y proceder a la colocación de un implante, sino que la pieza puede conservarse de forma natural.

 

  • Permite la regeneración: A pesar de que el hueso haya sido infectado, la apicectomía permite que se siga produciendo la regeneración ósea del mismo.

 

  • Elimina la infección: Gracias a este procedimiento, se produce una eliminación total de la infección que afecta a la raíz de la pieza dental, haciendo que tampoco ocasione más problemas a largo plazo.

 

  • Devuelve la salud a los tejidos: La apicectomía hace que los tejidos recuperen su funcionalidad.

Evita extracciones e implantes

 

Para evitar la extracción total de una pieza dental, lo primero que se plantea es llevar a cabo una endodoncia para poder eliminar por completo la pulpa que ha sido dañada. A esta técnica se le conoce como endodoncia, y a pesar de que su porcentaje de éxito es de aproximadamente el 90%, no siempre es suficiente cuando la pieza se encuentra muy dañada. Por este motivo, contar con un procedimiento como la apicectomía es tan útil, ya que soluciona aquellos casos donde la endodoncia no ha resultado del todo exitosa. Además, como bien se ha comentado anteriormente,gracias a ella es posible recuperar la funcionalidad y la estética de la pieza sin necesidad de extraerla, ni de colocar ningún implante.

 

Evita infecciones extensas

 

Lo cierto es que la apicectomía es un tratamiento que está especialmente enfocado a la odontología conservadora, es decir, se pretende evitar una extracción de la pieza. Por ello, el objetivo principal es actuar sobre el diente para poder salvarlo. La apicectomía, por tanto, es muy útil en estos casos, pues ayuda a conservar la pieza dental, además de que también se encarga de que las infecciones no se extiendan. Esto es una gran ventaja, pues en caso de no tratarlo, dichas infecciones pueden suponer un gran problema a largo plazo.

 

Presupuesto de apicectomía

 

El presupuesto final de una apicectomía va a depender de numerosos factores, comenzando por la clínica dental donde se vaya a llevar a cabo, así como el profesional que se encargue de realizar el tratamiento, y de la dificultad del mismo. No obstante, para determinar un presupuesto más ajustado, se recomienda acudir a revisión previamente para analizar el caso individual y determinar cuál es el presupuesto final teniendo en cuenta las circunstancias particulares del paciente en cuestión.

 

Fases del tratamiento apicectomía

 

La apicectomía es un procedimiento que se encuentra totalmente enfocado en la conservación de los dientes naturales a pesar de la infección, antes que extraerlos directamente. Es una técnica relativamente sencilla, pero que requiere de la realización de unos pasos concretos de una manera adecuada para que sea completamente exitosa. Así, estas serían las fases más importantes a seguir:

 

Anestesia local y acceso a zona afectada

 

La apicectomía requiere de la aplicación de anestesia antes de llevarse a cabo, de forma que se pueda garantizar el éxito total del procedimiento. Para ello, primero se debe insensibilizar la zona sobre la que se va a trabajar a través de una inyección especial que se encarga de adormecer la zona. De esta manera, se logra que el paciente no sienta ningún tipo de dolor ni molestia a la hora de llevar a cabo el tratamiento. Después, el médico se encargará de realizar una incisión sobre la encía para exponer la infección, concretamente en el extremo de la raíz del diente. Posteriormente, aplicará un pequeño injerto óseo en la zona afectada, para poder cerrar la encía con una sutura.

 

Extracción de la zona afectada

 

A pesar de que la apicectomía tiene el objetivo principal de conservar la pieza dental y evitar que esta tenga que extraerse, sí que se va a producir otra extracción, y esta será la de la zona afectada. Para ello, el médico eliminará el tejido infectado y una pequeña parte de la punta de la raíz. De esta manera, se evita que esta pueda extenderse y ocasionar problemas más graves en el futuro. En estos casos, muchas veces se utiliza una tinta que permita visualizar las fracturas o grietas que tiene la pieza con una mayor facilidad. Esta parte del tratamiento es la más compleja, y por eso es necesario que la lleve a cabo únicamente una persona con formación y experiencia.

 

Sutura y recuperación

 

Una vez se ha finalizado el tratamiento, se utiliza un microscopio que permita visualizar los conductos que no pueden verse a simple vista. Por supuesto, se debe limpiar la zona con herramientas especiales de tipo ultrasónico para garantizar que no se van a producir más infecciones. Posteriormente, se hace un relleno a través de material inerte, y se realiza un sellado a través de un empaste.

 

Posteriormente al tratamiento, es fundamental que el paciente siga una serie de cuidados para garantizar que el postoperatorio va a ser exitoso. Estos serían los más importantes:

 

  • Llevar una dieta blanda: Especialmente durante 48 horas, donde el paciente deberá evitar a toda costa aquellos alimentos especialmente duros, muy fríos o muy calientes, pues habría riesgo de dañar la zona tratada.

 

  • Utilizar enjuague bucal: Por lo menos cuatro o cinco veces al día, especialmente después de haber comido.

 

  • Acudir al dentista regularmente: De esta manera, se puede detectar si existe algún problema, y ponerle la solución adecuada cuanto antes.

 

  • Aplicar hielo: Cuando se produce hinchazón, es recomendable aplicar hielo cada cierto tiempo para aliviar las molestias.

 

 

 

 

PREGUNTAS FRECUENTES

 

¿Cuánto tarda en cicatrizar una apicectomía?

 

Por norma general, las apicectomías deberían tardar únicamente en cicatrizar un par de semanas, aunque esto depende de cada caso individual. Lo más habitual es que estas sean retiradas la primera o la segunda semana. No obstante, en algunas ocasiones estas pueden llegar a caer solas si son reabsorbibles, algo que ocurriría sobre la tercera o la cuarta semana. En lo que respecta al propio hueso, este incluso podría llegar a regenerarse en unos seis meses. Sin embargo, depende de cada caso individual, así como de los cuidados a los que se someta el paciente. Por ello, cobra una mayor importancia el realizar un mantenimiento adecuado en el postoperatorio.

 

¿Por qué se realiza una apicectomía?

 

La apicectomía es un tipo de cirugía que se lleva a cabo con el objetivo principal de tener un mínimo control sobre la infección que está afectando tanto a la raíz como a los tejidos que se encargan de la sujeción de la pieza dental. Lo cierto es que las infecciones y enfermedades de tipo bucodental son frecuentes entre la población, pero cuando estas se han extendido hasta el punto de que existe riesgo de perder el diente, es necesario tomar medidas cuanto antes. Por norma general, se suele recurrir primero a una endodoncia, que a pesar de ser exitosa, no siempre es suficiente para salvar la pieza. Es aquí donde entra en escena la apicectomía, la cual ayuda a preservar el propio diente sin necesidad de tener que llevar a cabo ninguna extracción.

 

Para determinar si una persona requiere de una endodoncia o una apicectomía, será igualmente necesario acudir a un profesional para que evalúe el caso particular y determine la gravedad de la infección. Así, se podrá recurrir a un procedimiento u otro.

 

¿Qué especialista hace apicectomía?

 

La apicectomía, como bien se ha señalado en apartados anteriores, es un tratamiento propio de la Odontología conservadora, lo cual significa que tiene su enfoque en la conservación de la pieza dental antes de extraerla. Por ello, el profesional que se encargue de realizar este tratamiento debe contar con experiencia en esta especialidad, ya que es la única manera de poder determinar que el tratamiento va a ser completamente exitoso.

 

 

Tratamientos odontológicos

 

¿Es dolorosa la apicectomía?

 

Lo cierto es que la apicectomía es un tipo de tratamiento que no provoca ningún dolor a los pacientes, ya que además de que la cirugía apenas es invasiva, también se utiliza anestesia local para llevarla a cabo. No obstante, sí que es importante tener en cuenta que puede provocar algunas molestias al paciente, por lo que cobra una mayor importancia el seguir los cuidados mencionados en apartados anteriores.