La alineación adecuada de los dientes ayuda a prevenir problemas como la caries, las enfermedades periodontales y la pérdida de dientes prematura. Además, unos dientes bien alineados desde edad temprana mejoran la capacidad de masticar los alimentos. Uno de los problemas que puede afectar a la óptima alineación es el bruxismo en niños.
Los hábitos saludables de higiene dental y limitar el consumo de alimentos azucarados deben ser inculcados por los padres desde la más tierna infancia. Los padres han de asegurarse de llevar a sus hijos al dentista regularmente para detectar y tratar a tiempo cualquier problema dental.
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es una condición por la cual una persona aprieta o rechina los dientes de forma involuntaria. Puede ocurrir durante el día o la noche y está causada por una serie de factores como el estrés, la ansiedad o los problemas de alineación dental. El bruxismo suele provocar dolores de cabeza y mandíbula, desgaste dental y otros inconvenientes de salud oral.
El bruxismo infantil es muy similar al de los adultos. Los niños pueden apretar o rechinar los dientes durante el día o mientras duermen. En realidad, no sabemos bien por qué algunos niños desarrollan esta patología, aunque se cree que puede estar relacionado también con el estrés, la ansiedad y otros factores emocionales.
Como veremos a continuación, el bruxismo infantil es difícil de detectar en muchas ocasiones. No en vano, los niños no pueden ser conscientes de estar haciendo esto. No obstante, son los padres los que deben prestar atención a algunos síntomas persistentes, como el dolor de cabeza o mandíbula o el desgaste y la sensibilidad dental.
Si un niño presenta estos síntomas de forma recurrente, es necesario ponerse en contacto de forma temprana con un dentista. Pide cita en P&P Clinic para que podamos tratar tu caso de bruxismo en niños. Recuerda que la primera visita que hagas a nuestro centro es totalmente gratuita.
¿Cómo detectar el bruxismo infantil?
A menudo, los padres no se dan cuenta de que su hijo está sufriendo de bruxismo. No obstante, hay una serie de pistas que pueden indicarnos la presencia de esta patología.
En primer lugar, hay que prestar especial atención al sonido de los dientes rechinando durante la noche. De ser así, es el más claro ejemplo de que hay un caso de bruxismo infantil.
Por otro lado, se puede observar si el pequeño se despierta con dolores de cabeza o mandíbula recurrentes o si tiene la mandíbula rígida o dolorida durante el día. Además, hay que comprobar si el niño presenta desgaste en los dientes o si están flojos o rotos. Todos ellos son síntomas de que el bruxismo puede estar dañando la musculatura y el hueso de la mandíbula, así como los dientes.
Puede darse el caso también de que el niño se queje de dolor en los oídos hasta el punto de frotarlos con frecuencia. Este es otro de los síntomas más claros del bruxismo, ya que la tensión en los músculos de la mandíbula llega hasta la zona de los oídos.
Si se observa alguno de estos síntomas anteriores, hay que acudir al dentista para recibir el diagnóstico y el tratamiento más adecuado. Es muy importante que podamos tratar el bruxismo en niños para evitar daños permanentes en los dientes y la mandíbula y se pueda mejorar la calidad del sueño.
La Revista Española de Odontopediatría publicó en 2021 el artículo Bruxismo en odontopediatría. Un estudio en el que se trata el bruxismo infantil, los síntomas más habituales que suele presentar y una revisión de los tratamientos más efectivos.
Causas del bruxismo infantil
Las causas del bruxismo en niños pueden ser muy variadas. Las más comunes aluden al estrés y la ansiedad. Los niños, al igual que los adultos, experimentan estrés y ansiedad por problemas en la escuela, problemas familiares o cambios importantes en sus vidas. Estas situaciones provocan en algunos casos que aprieten y rechinen los dientes causando bruxismo.
Otra de las causas más comunes tiene que ver con un problema de alineación dental. Hablamos, por ejemplo, de los casos de niños con problemas de mordida cruzada o sobremordida. Ante un trastorno de este tipo, el niño siente la necesidad de apretar los dientes para tratar de ajustar la mandíbula.
Los malos hábitos de sueño también pueden provocar la aparición de bruxismo en los más pequeños. Si un niño no está durmiendo lo suficiente o tiene problemas para dormir, es probable que apriete o rechine los dientes mientras duerme.
Por último, hay diversos estudios que asocian algunas afecciones médicas con el bruxismo infantil. Son los casos, por ejemplo, de la enfermedad del Parkinson o el trastorno de Tourette (trastorno neurológico que se manifiesta con tics motores vocales y repetitivos no deseados).
Tratamiento del bruxismo infantil
Uno de los tratamientos más comunes para el bruxismo en niños es el uso de protectores bucales. Estos dispositivos se colocan en los dientes superiores y evitan que tanto estos dientes superiores como los inferiores entren en contacto directo. De esta forma, se reduce la tensión de la mandíbula para que los dientes no se gasten o se dañen.
La fisioterapia es otro de los tratamientos más indicados para el bruxismo infantil. Una disciplina que puede ayudar a los niños a aprender técnicas de relajación y ejercicios que alivien la tensión en la mandíbula y reduzcan el bruxismo.
Por otro lado, los niños que presentan esta patología pueden realizar cambios en ciertos hábitos nocivos. Por ejemplo, se recomienda no masticar chicle, no comerse las uñas o chuparse los dedos. Cualquiera de estos hábitos agrava el problema de bruxismo, por lo que deben ser evitados.
En los casos más graves de bruxismo en la infancia, se suelen prescribir medicamentos para tratar de controlar los síntomas. No obstante, estos medicamentos solo deben consumirse bajo prescripción médica.
Si observas que tu hijo/a puede tener un problema de bruxismo, te recomendamos que pidas cita en P&P Clinic. Aquí valoraremos tu caso de forma totalmente personalizada y profesional para determinar el mejor diagnóstico y tratamiento.