Una cosa bastante importante en la vida es saber gestionar nuestro dinero y, sobre todo, saber y elegir muy bien en qué lo invertimos. Pero…¿por qué comenzamos así? Pues bien, la respuesta es muy sencilla, y es que, a lo largo de los años, la odontología y los utensilios necesarios para practicarla han ido evolucionando. Hoy os queremos hablar sobre el cepillado dental manual y eléctrico.
Volvamos un momento al principio. Es completamente normal que las profesiones y los utensilios para la vida cotidiana evolucionen, como es habitual, pero toda novedad tiene su momento de decadencia. Esto es por lo que al principio os hablábamos de la gestión del dinero. Hace unos cuantos años salieron a la luz novedosos cepillos eléctricos que todo el mundo quiso comprar, pero al tiempo después este “boom” comenzó a bajar debido a que a la gente le resultaba más sencillo y rápido cepillarse con un cepillo manual. Pero una cosa importante es que si inviertes tu dinero en algo de calidad, ese dinero lo amortizarás a lo largo del tiempo ya que, en lo que te compras un solo cepillo eléctrico, te puedes haber comprado cinco manuales.
Hoy os traemos un post en el que hablaremos sobre estos dos tipos de cepillado, sus ventajas (también para los más pequeños de la casa), los momentos en los que se deben de usar tanto uno como el otro, recomendaciones y mucho más. ¡Quédate con nosotros si no quieres perderte nada!
Cepillo dental eléctrico
Todo el mundo sabe qué es un cepillo dental eléctrico pero, ¿sabemos realmente cómo funciona para que se diga que suelen ser más eficaces que los manuales? Te lo explicamos a continuación.
Un cepillo dental eléctrico es un cepillo cuyo funcionamiento consiste en hacer movimientos rápidos de forma automática para que las cerdas del mismo hagan esos movimientos. Estos movimientos pueden ser por oscilación hacia atrás, hacia delante o por rotación oscilatoria (alternar entre la rotación en dirección de las agujas del reloj o viceversa). Como ya hemos visto, todos estos movimientos y funciones tienen un único fin: el de limpiar nuestra cavidad bucal.
Ventajas del cepillo dental eléctrico
Hablemos ahora de las ventajas que tiene usar este tipo de cepillos dentales.
En primer lugar, estaría el hecho de que varios expertos en la materia afirman que gracias a los cepillos eléctricos somos capaces de eliminar mayor cantidad de placa y en menor tiempo en comparación con un cepillo manual.
Por otro lado, al ser un utensilio bastante novedoso, los cepillos cuentan con un temporizador para que nos ayude a respetar el debido tiempo de lavado recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es decir, 2 minutos.
En tercer lugar, y de la mano del párrafo anterior, se puede decir que gracias a que la tecnología evoluciona continuamente, estos cepillos cuentan también con un sensor de presión que nos avisará cuando estemos realizando un lavado demasiado intenso o fuerte, para así evitar que dañemos nuestras encía o nuestro esmalte.
Por otra parte, habría que decir que un cepillado eléctrico siempre nos resultará más cómodo y sencillo, puesto que no hay que realizar tanta técnica a la hora del lavado en comparación con un cepillo manual. Nos supondrá un menor esfuerzo a la hora de cepillarnos los dientes.
Cabe decir también que únicamente con que lo muevas y coloques correctamente en la superficie de tu dentadura obtendrás unos resultados increíbles.
Otra de las ventajas de este cepillo la va a suponer para los más pequeños de la casa. Y es que el cepillarse los dientes con un cepillo eléctrico desde edades tempranas va a hacer que en un futuro, cuando ese niño crezca, sus hábitos de limpieza dental y eficacia a la hora de lavarse los dientes sean mayores.
Cuándo es mejor el cepillado eléctrico
Tendremos que priorizar, a ser posible, el cepillado eléctrico, ya que como decíamos antes, es más eficaz a corto y largo plazo. No hay demasiadas situaciones concretas en las que un cepillo eléctrico sea mejor que uno manual. De todas formas, a continuación te dejaremos las situaciones más comunes en las que sí que convendría usar un cepillo eléctrico.
El tener a una persona en casa o ser una persona con invalidez es una de las posibles situaciones en las que lo mejor sería usar un cepillo eléctrico, ya que le facilitaremos mucho la tarea, haciendo que el proceso de lavado sea muchísimo más sencillo a la vez que cómodo. Más todavía si el cepillado se lleva a cabo por un segundo. Es mucho más cómodo lavarle los dientes a alguien con un cepillo eléctrico que con uno manual ya que, como dijimos, el eléctrico es capaz de eliminar mayor cantidad de bacterias de manera más eficaz.
Otra situación posible y recomendable podría ser que el usuario llevase brackets. Estos finos hierros hacen que la comida y las bacterias se metan entre ellos, siendo más difícil eliminarlos con un cepillo manual.
Cepillo dental manual
No hace falta que te expliquemos que es un cepillo manual ni como funcionan puesto que la gran mayoría de las personas lo usan a diario más de una vez al día. Muchos de estos usuarios quizá no pueden permitirse un cepillo eléctrico o, simplemente, no les gusta su funcionamiento. Esto es completamente normal ya que el cepillo manual, si el lavado se realiza correctamente, puede tener los mismo beneficios que un cepillo eléctrico. A continuación te contamos cuales son.
Ventajas del cepillo dental manual.
Una de las mayores ventajas de utilizar este tipo de cepillos es que tú decides el modus operandi. Hay un mayor control tanto de la presión que se ejerce con el cepillo en la dentadura, como de los movimientos o la dirección del cepillado. Esto es bastante útil para las personas que acaban de salir de una cirugía bucodental o aquellas personas con sensibilidad dental y sangrado de encías.
El tema económico también es una ventaja importante ya que, por una parte, es mucho más fácil y rápido de conseguir y, por otra, si se realiza un buen lavado conseguirás casi los mismos efectos que un cepillo dental eléctrico. Cierto es que no conseguirás los mismos resultados pero sí muy similares. Otra de las ventajas con respecto a este tema
Por otra parte tenemos el tema de la comodidad, sobre todo a la hora de hacer un viaje. Un cepillo dental manual te lo podrás llevar a absolutamente todos lados, en un bolso, maleta o bolso de mano. No ocupará espacio ni añadirá peso adicional a tu cargamento y casi ni notarás que lo llevas. Eso sí, siempre has de llevarlo con una tapadera en la parte de las cerdas, ya que puede contraer bacterias si lo llevas al descubierto. La increíble comodidad del cepillo manual en comparación con un cepillo dental eléctrico será bastante grande, puesto que uno eléctrico no lo puedes llevar en tu bolso para cualquier ocasión, o incluso para un viaje, puesto que esto derivará en tener que llevar también el estuche con el propio cepillo, los cabezales el cargador, etc.
No necesitan pilas ni recarga. A diferencia de los eléctricos, los cepillos de dientes manuales no necesitan ninguna fuente de energía para funcionar, únicamente la humana, cosa que será mucho más sencilla y rápida cuando estés en un apuro y no tengas tiempo para ponerte a cargar el cepillo eléctrico o a ponerle pilas. ¡Punto a favor!
Cuándo es mejor el cepillado manual
El cepillado manual puede venir bastante en varias ocasiones de las cuales te hablaremos a continuación.
Una de ellas podría ser tras haber pasado por una cirugía bucodental, como decíamos en el epígrafe anterior. La cavidad bucal está muchísimo más sensible tras cualquier cirugía en esta, es por eso que este sería el momento ideal para utilizar el cepillo dental manual, en concreto, uno con cerdas extrasuaves, para no ocasionarnos molestia ni dolores. De esta manera, controlaremos mucho mejor los movimientos y la velocidad del cepillo en comparación con uno eléctrico.
En las personas que llevan ortodoncia también puede que este tipo de cepillo sea la mejor opción. Es verdad que anteriormente comentamos que un cepillo dental eléctrico es mejor para eliminar la suciedad de entre los dientes de una persona con brackets, pero lo que hay que tener en cuenta es que el cepillo eléctrico es menos gentil a la hora de realizar los movimientos necesarios para la limpieza, pudiendo llegar a ocasionar la rotura de algún alambre o el desprendimiento de algún bracket. Es por eso que un cepillo manual, si realizamos una buena limpieza, podremos llegar a conseguir casi los mismos resultados que un cepillo dental eléctrico sin correr ese riesgo.
Cuando hay peques en casa, lo mejor es comprarles de primeras un cepillo manual. Según los expertos, no hay ningún problema en que los más pequeños utilicen un cepillo dental eléctrico, pero para iniciarse en la técnica del cepillado la mayoría de padres prefieren comprarles un cepillo manual, ya que hay mucha más variedad tanto de cabezales, cerdas y tamaños adaptados a sus pequeñas manos y boca.
¿Y para los niños cuál es el mejor?
Como hemos dicho en el apartado anterior, no hay ningún problema en que los niños se cepillen los dientes con un cepillo eléctrico. Aun no habiendo problema, los expertos recomiendan que sean los padres los que cepillen los dientes a los pequeños (en edades tempranas) con un cepillo manual de cerdas suaves.
A partir de los 3 años de edad se recomienda que los padres comiencen a enseñar a sus hijos las técnicas correctas de lavado dental usando en primer lugar un cepillo manual para que el pequeño aprenda correctamente como mover el cepillo y en las direcciones adecuadas al hacerlo. Una vez entrados los 6 años, podríamos empezar a introducirles el cepillo dental eléctrico. Esto se debería hacer los primeros meses bajo la supervisión de los padres, para evitar que el pequeño pueda coger malas técnicas de cepillado. Un punto muy importante es saber que no debemos introducir a su rutina el cepillado eléctrico de forma brusca y aislando por completo el cepillado manual, sino que habría de hacerlo de manera progresiva y poco a poco. También es importante que los propios padres le expliquen a sus hijos el correcto funcionamiento y mantenimiento del cepillo eléctrico.
Antes de realizar cualquier cambio en la rutina de lavado del peque debemos consultar primero con su dentista para que nos dé el visto bueno sobre este cambio, ya que es clave seguir las recomendaciones del experto o experta en la materia.
Recomendaciones para cepillarse, tanto con manual como con eléctrico
Vamos a haceros un pequeño resumen en referencia a los pros y los contras de cada tipo de cepillo.
Empezando por el tema del esfuerzo que requiere cada uno, el cepillo eléctrico es mucho más cómodo sobre todo gracias a sus mecanismos de control de la presión y el temporizador que la mayoría ya llevan incorporados, por no hablar de que los movimientos del cabezal son automáticos. Esto hace que los cepillos manuales se queden un poco más atrás al no tener incorporadas estas funciones. Del mismo modo, en los cepillos eléctricos se ha podido comprobar que eliminan más placa a largo plazo que los manuales.
Por otra parte y a favor del cepillo de dientes manual, podemos decir que es mucho más barato, fácil de conseguir tanto para pequeños como para mayores, y portable. El cepillo de dientes eléctrico es mucho más costoso, tanto el propio cepillo como los cabezales, por no hablar de que tiene un impacto medioambiental más negativo.
Aún dicho todo esto, el tipo de cepillo de diente que hemos de comprar es una decisión importante, sí, pero es más importante saber realizar un buen cepillado ya que, aunque tengamos el mejor cepillo dental del mundo, si no nos cepillamos bien los dientes, de nada servirá haber invertido tal cantidad de dinero en un cepillo tan moderno.
A continuación te daremos una serie de recomendaciones que servirán tanto para cepillos dentales manuales como para eléctricos.
– ¡No nos olvidemos de la lengua! Tan importante es cepillarse los dientes como la lengua, haciendo hincapié en el fondo, ya que por muy bien que nos lavemos los dientes, si no nos cepillamos la lengua el lavado no habrá servido para nada, ya que la mayoría de las bacterias se acumulan en la lengua.
– Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se recomienda cepillarse los dientes dos veces al día durante dos minutos.
– Cambiar los cepillos de dientes o cabezales al menos una vez cada dos o tres meses. Habitualmente los cepillos de dientes manuales con cerdas ultra suaves suelen durar menos.
– Utilizar un reloj de arena para calcular el tiempo de lavado. Esto sería en caso de tener un cepillo de dientes manual, mientras que si usamos uno eléctrico el temporizador te viene incluido con el propio cepillo.
– Usar una pasta de dientes fluorada para prevenir caries.
– Ninguna técnica es mejor que otra siempre y cuando se realice de la manera correcta.
– Se recomienda seguir un orden específico a la hora del lavado para no olvidarse de ninguna pieza, por ejemplo de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba.