Cirugía ortognática: preguntas más frecuentes

Uno de los procedimientos que es importante conocer dentro del mundo de la odontología, es el de la cirugía ortognática, un tipo de operación que ayuda a resolver problemas de maloclusiones que se originaron en la infancia, y que nunca fueron solucionados. Dentro de España, este tipo de técnicas se instauraron bastante pronto, de forma que se terminó creando una unidad dedicada precisamente a esta especialidad. No obstante, aún a día de hoy hay personas que no conocen en qué consiste ni de qué se trata, por lo que muchas veces surgen dudas en torno a este tratamiento y si realmente ofrecen unos resultados satisfactorios.

La cirugía ortognática se utiliza para poder corregir varios tipos de maloclusiones dentales que no han tenido un desarrollo adecuado entre su maxilar y su mandíbula. Esto se suele dar sobre todo en la infancia, y como no se corrige a tiempo, luego se requiere de este tratamiento en la edad adulta. Los casos donde se suele indicar son aquellas donde el paciente tiene una malformación dentolabial que afecta de manera negativa a la vida del paciente, y la cual le impide desempeñar su rutina diaria. Entre algunas de las actividades que costará realizar, estarán algunas básicas como hablar, comer, e incluso respirar. Además, los problemas no serán únicamente funcionales, sino también estéticos, pues la apariencia terminará siendo mucho menos armónica.

En el caso de los niños más pequeños, esta ortodoncia está completamente prohibida, pues todavía no han terminado su desarrollo. Para ellos, lo más conveniente será un procedimiento de ortodoncia interceptiva.

¿Qué problemas se pueden tratar con la cirugía ortognática?

Algunas de las maloclusiones que es posible solucionar empleando la operación maxilofacial son los siguientes:

• Mordida abierta: Se da cuando una persona es completamente incapaz de cerrar la boca debido a que sus dientes frontales inferiores y superiores no terminan de hacer el contacto que deberían entre ellos.

• Mordida en tijera: Se produce cuando el maxilar tiene un tamaño demasiado grande y termina cubriendo por completo la mandíbula cuando la persona cierra la boca.

• Mordida cruzada: Los dientes superiores termina quedando en el interior de las piezas de abajo cuando el paciente va a morder.

• Prognatismo: La mandíbula es la que se encuentra adelantada en lo que se refiere al maxilar.

• Retrognatia: El maxilar superior está adelantado con respecto a la mandíbula.

• Asimetrías faciales: Existe una falta total de armonía dentro de la sonrisa, ya que las arcadas se encuentran completamente desviadas.

¿Se puede combinar la cirugía con la ortodoncia?

Es completamente posible realizar la combinación de ortodoncia con cirugía, de hecho, es algo bastante común y recomendable, ya que proporciona unos muy buenos resultados. La erupción de los dientes se ve afectada cuando los huesos no se han desarrollado de la manera correcta, por lo que es necesario solucionar tanto las piezas dentales como las estructuras óseas. La cirugía es ideal para poder corregir defectos de los huesos, mientras que la ortodoncia se encarga de la corrección de las piezas dentales. Así, el profesional encargado de realizar esta combinación de tratamientos tendrá que seguir una serie de pasos:

• Diagnóstico: Es la fase donde se procede a estudiar cada caso de manera individual, y se procede a planificar un tratamiento. La ortodoncia, por norma general, suele durar aproximadamente un año.

• Intervención: El cirujano se encargará de llevar a cabo la operación correspondiente.

• Postoperatorio: El paciente tendrá que pasar por un periodo de adaptación tras el procedimiento, y será después de más o menos un mes cuando podrá comenzar a vivir su rutina diaria con total normalidad.

• Seguimiento y tratamiento de ortodoncia: Una vez se realiza la operación, será necesario realizar un tratamiento de ortodoncia que suele durar hasta dos años.

¿Quién realiza la cirugía ortognática?

Una vez se ha explicado el procedimiento, es importante saber quién es la persona encargada de llevarlo a cabo. El proceso constará de unos 3-4 años en total, pues no solamente es una operación, sino que es importante planificar de manera muy exacta antes de comenzar. Esta será la única manera de poder garantizar que los resultados van a ser los deseados. La persona que se encarga de organizar todos estos pasos no solamente es un cirujano maxilofacial, sino también un ortodoncista, y ambos son clave para que el proceso sea finalmente exitoso. Ambos profesionales se encargarán de que los pacientes puedan resolver los problemas de deformidad dentofacial que tengan, y así poder disfrutar de una salud bucodental y una apariencia externas adecuadas.

¿Cómo es el postoperatorio?

Tras la cirugía, el paciente tendrá que pasar por un periodo de adaptación que durará aproximadamente un mes, aunque los primeros días serán sin duda los más difíciles. Esto es debido a que se sentirán gran cantidad de molestias a la hora de hacer vida diaria, y habrá que seguir una dieta muy concreta a base de líquidos, ya que el paciente no podrá comer con normalidad, ni tampoco hablar. La ingesta de analgésicos también será importante en este proceso, y en lo que respecta al habla, el paciente debe saber que únicamente tendrán que transcurrir unos pocos días hasta que este pueda conversar como siempre. Será completamente habitual sentir molestias y mucho cansancio al principio, pero todo irá mejorando con el paso del tiempo.

Con respecto al ejercicio físico, el paciente deberá ir muy poco a poco y comenzar con paseos moderados, especialmente durante las primeras semanas, y podrá volver a hacer deporte cuando pasen las semanas que recomiendan los especialistas.

¿Cuánto dura la operación y cuánto cuesta?

Los costes de la operación, así como su duración, van a depender de gran cantidad de factores diferentes, comenzando por la complejidad de cada caso. Así, el proceso completo durará unos 3-4 años, mientras que lo que es la intervención no pasará de las cuatro horas. Y, en lo que respecta al precio, algunos de los elementos que se tendrán que tener en cuenta serán el grado de movimiento que necesite cada paciente, y el número de huesos que necesiten ser intervenidos.