Dentina dental: qué es y cómo puedes cuidarla
A pesar de que la dentina es una parte de la boca que no suele tenerse demasiado en cuenta, lo cierto es que es un elemento absolutamente fundamental para cualquier persona, pues es la encargada de la protección del nervio de cualquier golpe externo que pueda recibir. Por otra parte, la dentina también se encarga de proporcionar el color a una pieza dental, lo que también aporta cierto toque estético que es importante tener en cuenta. La dentina es uno de los tejidos más duros que tiene el cuerpo humano, y es de vital importancia que en ningún caso quede expuesta, pues las consecuencias que podrían derivar de ello serían bastante graves. Dicho tejido de color amarillento se encarga no solamente de aportar color y protección a los dientes, sino que también cubre algunos elementos vitales como son las terminaciones nerviosas o los vasos sanguíneos. De esta manera, si quedara expuesta, el paciente notaría un dolor punzante bastante desagradable, el cual se denomina comúnmente como sensibilidad dental.
Tipos de dentina
A la hora de hablar de la dentina, es importante distinguir entre varias clases distintas:
- Primaria: Como su propio nombre indica, es la que se forma primero, y delimita la pieza de la cámara pulpar.
- Secundaria: No deja de formarse durante toda la vida que tiene el propio diente.
- Terciaria: Es aquella que se encarga de la protección de la pulpa, especialmente cuando esta sufre cualquier tipo de lesión, como es el caso de las caries.
Los problemas de la dentina
Cuando la dentina se encuentra expuesta, se pueden generar gran cantidad de complicaciones son bastante variadas. Para poder detectarlas y aportar la solución más adecuada en cada caso, es conveniente conocerlas de primera mano:
- Piezas frágiles: Cuando las capas del diente van perdiendo grosor, esto hace que los dientes tengan mucha menos resistencia y sean más susceptibles a romperse. En estos casos, si el paciente sufre un golpe o traumatismo en la boca, tendrá muchas posibilidades de que sus piezas sufran daños o incluso que se puedan caer.
- Sensibilidad: Como ya se ha mencionado anteriormente, cuando la dentina se ve expuesta, el paciente sentirá gran cantidad de sensibilidad dental. Esto también se podrá traducir en un dolor muy intenso en la zona, especialmente a la hora de comer o beber productos que sean o bien muy picantes o demasiado dulces.
- Apariencia: Por supuesto, los problemas de la dentina también pasan por una parte estética, pues esta aporta un tono amarillo que le da color a cada pieza dental. Sin embargo, cuando el esmalte pierde grosor, la dentina cada vez será más visible y se perderá la claridad en los colores, lo que hará que la sonrisa del paciente sea mucho menos armónica.
Origen de estos problemas
Las complicaciones explicadas en el apartado anterior generalmente derivan a raíz de las enfermedades bucodentales, ya que estas terminan afectando a la dentina, entre otras zonas. Cuando el esmalte resulta dañado, es inevitable que también lo haga el tejido, lo cual hace que se generen todos estos problemas. El desgaste dental normalmente está producido por unos factores muy diversos que pasan tanto por la edad del paciente, como por un cepillado de dientes excesivamente agresivo, o incluso un problema de bruxismo. Todas estas causas terminan provocando que la dentina se exponga a estímulos externos y se produzca la sensibilidad dental, entre otras muchas complicaciones.
Soluciones para los problemas de dentina
Existen una serie de tratamientos a los que se puede recurrir para evitar que la dentina sufra más daños al estar expuesta. Es importante saber que esta superficie no se puede recuperar de forma natural, por lo que es necesario que un profesional intervenga en estos casos. Así, este recomendará una serie de procedimientos que pueden ser muy útiles. Entre ellos, estos son algunos de los más importantes:
- Geles: Ayudan a que se reduzca la sensibilidad ante ciertos estímulos externos, aunque suele ser útil únicamente en los casos más leves. No obstante, son unos productos bastante sencillos de conseguir, y para los cuales existen múltiples formatos diferentes que cada persona puede adquirir dependiendo de sus necesidades y de su situación particular.
- Blanqueamiento dental: Es una de las alternativas preferidas de las personas que están más preocupadas por su estética y apariencia externa, ya que cuando la dentina se encuentra expuesta, los dientes adoptan un color amarillento que no suele agradar a algunos pacientes. Por ello, este procedimiento ayuda a conseguir unos resultados excelentes, además de que es posible realizarlo en una única sesión y sus resultados consiguen mantenerse durante bastante tiempo.
- Fundas: A la hora de sentir una sensibilidad dental excesiva debido a la pérdida de esmalte, se puede proteger el diente a través de una carilla dental estética, o lo que es lo mismo, una fina lámina que se coloca en la cara externa del diente y permite modificar su forma, color y tamaño. No obstante, para los casos más severos, lo más recomendable será recurrir directamente a una corona y a una endodoncia, pues es la única forma de solucionar los daños internos.
Consejos para cuidar la dentina
Excepto algunos casos, como las personas que padecen de bruxismo, donde la exposición de la dentina es prácticamente incontrolable, lo cierto es que este problema se puede prevenir con relativa facilidad. A través de unas buenas técnicas de higiene diaria, incluyendo el cepillado y otros elementos que ayudan a que la limpieza sea mucho más completa, se conseguirá que la capa superficial de los dientes no se vea afectada en la medida de lo posible. Por otra parte, las técnicas de cepillado también serán claves en esta prevención, ya que muchas veces cuando el paciente se pasa el cepillo por los dientes de forma muy agresiva, estos se terminan desgastando. Además, las cerdas del mismo deben ser suaves, o al menos medias. Sin olvidar, que también se recomienda realizarse una higiene dental profesional en un dentista para que los dientes puedan mantenerse lo más sanos posible.