¿Cuál es el tratamiento para un diente podrido?

Las lesiones cariosas muchas veces se manifiestan a través de los dientes podridos, a pesar de que estos son los casos más severos que existen. Este tipo de piezas dentales presentan gran cantidad de manchas negras y fracturas que se originan debido a una acumulación masiva de sarro. Por este motivo, cuando un diente presenta este tipo de problemas, es importante acudir a un dentista profesional cuanto antes para intentar salvarlo. En caso de no coger el problema a tiempo, se podría terminar perdiendo de manera definitiva la pieza dental.

Los dientes podridos se dan cuando los pacientes tienen unas caries demasiado severas y las bacterias han dañado de una forma muy grave su superficie, tanto a nivel funcional como estético. Además, si no se consigue tratar en el momento adecuado, esta lesión puede aumentar considerablemente su gravedad y terminan perjudicando también a la estructura interna del diente, de manera que este se termina perdiendo por completo. Por otra parte, también hay que contar con que las bacterias van pasando de una pieza a otra, y la lesión puede terminar afectando a diferentes dientes distintos.

¿Por qué se da un diente podrido?

Los dientes podridos tienen su origen en las caries dentales que no se han conseguido tratar en el momento clave. Estas bacterias han terminado originando sarro en la placa bacteriana, y al no haberse limpiado de la manera adecuada, terminan derivando en consecuencias mucho más graves. Un diente se puede pudrir de una manera tan rápida que el paciente ni se da cuenta, ya que en las primeras fases muchas veces ni siquiera se nota el dolor. Por ello, al notar la mínima aflicción en los dientes por estas lesiones, será fundamental llevar a cabo un tratamiento más complejo. Por supuesto, acudir al dentista con cierta frecuencia puede ayudar enormemente a evitar este problema, ya que este profesional es capaz de determinar si hay algún problema en cualquiera de estas revisiones.

Por otra parte, es importante hablar de las diferentes fases por las que pasa un diente podrido para poder intervenir cuanto antes:

  • Primero, las bacterias actúan sobre la parte externa de las piezas, aunque lo normal es que el paciente no lo note.
  • Posteriormente, los patógenos pasan a la dentina, que protege la cámara pulpar, provocando un daño irreversible que solamente se podría solucionar con una obturación o un empaste.
  • Cuando la lesión ha alcanzado este nivel de gravedad y todavía no se ha tratado, se producen infecciones y pulpitis que son mucho más complicadas de solucionar.
  • Por último, se terminan desarrollando unas manchas negras en la superficie, provocando la fractura del mismo.

Este tipo de lesiones las pueden padecer tanto niños como adultos, y por eso en todos los casos se hace especial hincapié en tener una buena higiene dental y acudir al dentista con cierta regularidad.

Prevención de los dientes podridos 

Una de las maneras más eficaces de solucionar un diente podrido, es la prevención, ya que este problema está derivado de algo que no se ha tratado en su momento. Por ello, realizar ciertas actividades como el cuidado de la higiene dental serán fundamentales para poder ahorrarse una complicación de este nivel. Entre algunas de ellas destacan sobre todo las siguientes:

  • Elementos adicionales al cepillo: A pesar de que el cepillado de dientes es algo básico e imprescindible, cuando este se combina con otros utensilios como es el caso del hilo dental o el enjuague bucal, la limpieza termina siendo mucho más completa, y es más fácil evitar problemas y enfermedades bucales.
  • Revisiones en el dentista: Como ya se ha mencionado anteriormente, acudir al dentista de manera recurrente ayuda a que el profesional pueda detectar cualquier tipo de problema que se origine, y por eso es tan importante acudir por lo menos una vez al año. Por supuesto, si surgen complicaciones más graves o se está empezando a desarrollar una enfermedad, estas visitas podrían aumentarse. Además, las profilaxis también están muy recomendadas cada 8 o 10 meses, de manera que se eviten múltiples infecciones y la limpieza termine siendo de lo más completa.
  • Flúor en el cepillado: Este componente ayuda enormemente a que el esmalte se fortalezca enormemente, de forma que sea mucho más resistente contra la acción dañina de las caries, especialmente en los niños más pequeños.

Tratamiento para el diente podrido

Existen varias alternativas para poder solucionar de una manera total y efectiva el problema de un diente podrido. Entre ellas, destacan las siguientes:

  • Incrustación: Únicamente se lleva a cabo en los molares, y ayuda a restaurar gran parte de la superficie de la pieza.
  • Empaste dental: Elimina los tejidos afectados por las caries y lo rellenan con materiales de composite. Al contrario de lo que ocurre con las incrustaciones, estas se pueden realizar en cualquier diente, pero están recomendadas solamente cuando el daño es leve.
  • Coronas: Cuando el diente ha perdido mucho volumen, se coloca una funda que pueda proteger la estructura, y se inserta un perno de fibra de vidrio, aunque se debe realizar previamente una endodoncia antes de colocar la corona.
  • Implante dental: Es la última alternativa que existe, y se da cuando la pieza ya no se puede salvar y tiene que ser extraída. Solamente se realiza en adultos.

Consecuencias de las caries

La consecuencia más grave que se puede dar al no tratar las caries a tiempo, es que lleguen a perder la pieza dental completamente. No obstante, también existen otras que es importante tener en cuenta y que, si bien puede que no sean tan severas, sí que pueden alterar la vida y la rutina del paciente, como es el caso de un intenso dolor al comer, o una sensibilidad dental demasiado grande. Por supuesto, también cabe destacar el mal aliento o los dientes con fisuras. Esto deja aún más claro lo importante que es acudir al dentista y tener una buena higiene, pues se consiguen evitar no solamente la aparición de dientes podridos, sino otros muchos problemas que puedan poner en peligro la salud oral.