La disfagia es una condición médica que se refiere a la dificultad para tragar alimentos o líquidos. Es un problema muy común que afecta a personas de todas las edades, desde recién nacidos, hasta ancianos.

Qué es la disfagia

La disfagia puede ser causada por una variedad de razones, incluyendo problemas neurológicos, enfermedades del tracto gastrointestinal, efectos secundarios de medicamentos, lesiones en la cabeza o cuello, y trastornos del desarrollo. Los síntomas de la disfagia pueden incluir tos o atragantamiento durante las comidas, dolor al tragar, sensación de obstrucción en la garganta, y regurgitación de alimentos o líquidos.

Dificultad para tragar o disfagia

La dificultad para tragar, también conocida como disfagia, la protagonista de este artículo. Como mencionamos anteriormente, es una condición médica que se caracteriza por la sensación de que los alimentos o líquidos se quedan atascados en la garganta o el esófago.

La gravedad de la disfagia puede variar desde una ligera molestia, hasta una incapacidad total para tragar alimentos o líquidos. En casos graves, puede provocar desnutrición, deshidratación y neumonía por aspiración, una complicación grave en la que los alimentos o líquidos ingresan a los pulmones.

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Tipos de disfagia

La identificación del tipo de disfagia es crucial para establecer el diagnóstico y tratamiento adecuados. Un equipo médico especializado, que incluya un gastroenterólogo y un especialista en trastornos de la deglución, puede realizar pruebas de diagnóstico como la endoscopia o la videofluoroscopia para identificar la causa de la disfagia y proponer un plan de tratamiento personalizado.

Disfagia oronfaringea

La disfagia orofaríngea es un trastorno de la deglución que afecta la fase inicial del proceso de ingesta de alimentos y líquidos, es decir, la transferencia del bolo alimenticio, desde la boca hacia la faringe y luego hacia el esófago.

Esta disfunción puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo trastornos neurológicos, como la enfermedad de Parkinson o un accidente cerebrovascular, lesiones en la cabeza y el cuello, o enfermedades como la esclerosis múltiple.

Disfagia esofágica

La disfagia esofágica es un trastorno de la deglución que afecta la fase de transporte del bolo alimenticio a través del esófago hacia el estómago. Puede ser causada por muchos factores, como el reflujo gastroesofágico, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, las enfermedades autoinmunitarias, los trastornos neuromusculares y la estenosis esofágica.

Las personas con disfagia esofágica pueden experimentar dolor al tragar, regurgitación de alimentos o líquidos, sensación de que la comida se queda atascada en el pecho y tos durante la ingesta de alimentos. A su vez, puede aumentar el riesgo de aspiración, neumonía y malnutrición.

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Disfagia en niños

La disfagia en niños es cuando lo más pequeños de la casa tienen dificultad para tragar, y puede afectar a bebés y niños de todas las edades. Es un problema común que puede tener varias causas, como problemas de desarrollo neuromuscular, anormalidades en la anatomía de la cabeza y el cuello, enfermedades gastrointestinales, lesiones traumáticas o problemas psicológicos.

Los síntomas de la disfagia en niños pueden incluir el rechazo a ciertos tipos de alimentos o texturas, tos o atragantamiento durante la alimentación, problemas para succionar, tragar y respirar al mismo tiempo, y regurgitación frecuente.

Es recomendable que se incluya terapia de deglución para poder mejorar la coordinación y la fuerza muscular, adaptaciones y utensilios de alimentación, medicamentos o cirugía. La intervención temprana y adecuada puede ayudar a prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de los niños afectados.

Causas de la disfagia

La disfagia, o dificultad para tragar, puede tener muchas causas diferentes. En algunos casos, la disfagia es temporal y se resuelve por sí sola, mientras que en otros casos puede ser un síntoma de una afección médica más grave.

  • Problemas estructurales: Los problemas estructurales en la boca, la garganta o el esófago pueden dificultar la deglución. Por ejemplo, una lesión en la boca o en la garganta puede provocar dolor al tragar, mientras que una estenosis esofágica (estrechamiento del esófago) puede hacer que los alimentos se atasquen.
  • Afecciones neurológicas: Los trastornos neurológicos pueden afectar la capacidad para tragar. Por ejemplo, el accidente cerebrovascular puede provocar debilidad en los músculos de la garganta, lo que dificulta la deglución. La enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple también pueden causar disfagia.
  • Reflujo ácido: El reflujo ácido, o el retorno del ácido del estómago hacia el esófago, puede irritar la garganta y dificultar la deglución. En casos graves, el reflujo ácido puede causar daño en el esófago y provocar una estenosis esofágica.
  • Cáncer: El cáncer en la garganta o el esófago puede dificultar la deglución. También puede haber disfagia como resultado del tratamiento para el cáncer, como la radioterapia o la cirugía.
  • Medicamentos: Algunos medicamentos pueden causar disfagia como efecto secundario. Por ejemplo, algunos medicamentos para la presión arterial alta pueden provocar sequedad en la boca, lo que dificulta la deglución.
  • Enfermedades autoinmunitarias: Las enfermedades autoinmunitarias, como el lupus y la esclerodermia, pueden causar inflamación y daño en la garganta y el esófago, lo que puede dificultar la deglución.
  • Enfermedades crónicas: Las enfermedades crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la enfermedad de Alzheimer, pueden afectar la capacidad para tragar.

Síntomas de la disfagia

La disfagia puede ser causada por diversos factores, desde problemas neurológicos, enfermedades del tracto gastrointestinal, efectos secundarios de medicamentos, lesiones en la cabeza o cuello, y trastornos del desarrollo. De todas maneras, aquí te dejaremos los síntomas más comunes de la disfagia.

Dificultad para iniciar la deglución, sensación de comida atascada en la garganta o el pecho, asimismo, dolor insoportable al tragar. Tos o atragantamiento durante o después de la deglución, regurgitación o vómitos frecuentes.

Adicionalmente, puedes presentar cambios en la voz o la voz ronca después de comer o beber. A su vez, podrías empezar a experimentar pérdida de peso o desnutrición debido a la evitación de alimentos o líquidos.

Cuidado con sobredentadura

Además, la sensación de ardor en el pecho o el estómago (acidez estomacal) es otro de los síntomas. Así como los problemas para tragar pastillas o medicamentos y la dificultad para respirar o sensación de ahogo mientras se come o bebe.

Tratamiento de la disfagia

El tratamiento de la disfagia dependerá del caso específico que tenga el paciente. Pero, aquí te dejaremos una lista detallada con los tratamientos más comunes y efectivos.

  • Cambios en la dieta: Si la disfagia se debe a problemas estructurales en el esófago o a una afección médica, como el reflujo ácido, es posible que se deba cambiar la dieta. Esto puede incluir la incorporación de alimentos más blandos o la trituración de los mismos para facilitar la deglución. En algunos casos, puede ser necesario cambiar a una dieta líquida o semilíquida.
  • Terapia del habla: La terapia del habla puede ser útil para mejorar la coordinación entre los músculos de la boca y la garganta, lo que facilita la deglución. Un terapeuta del habla puede trabajar con el paciente para desarrollar ejercicios específicos que mejoren la capacidad para tragar.
  • Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para tratar la disfagia. Por ejemplo, los relajantes musculares pueden ayudar a relajar los músculos del esófago y facilitar la deglución. Los medicamentos para reducir la producción de ácido en el estómago también pueden ser útiles en casos de reflujo ácido.
  • Cirugía: En casos graves de disfagia, suele ser necesario realizar una cirugía para reparar o reemplazar partes del esófago o para tratar una afección relacionada. La cirugía también puede ser necesaria si hay una obstrucción en el esófago.

La disfagia es un trastorno común que puede afectar la calidad de vida y la salud de las personas. Es importante que busques atención médica si experimentas síntomas de disfagia, ya que puede tener graves consecuencias si no se trata adecuadamente.

Pero, con el tratamiento adecuado y el manejo de los síntomas, las personas con disfagia pueden mejorar su calidad de vida y reducir el riesgo de complicaciones asociadas con el trastorno.