¿Qué es el estrés?
El estrés se podría definir como un sentimiento de tensión tanto emocional como física que se da cuando una persona se encuentra envuelta en situaciones complicadas. En estos casos, la persona se ve superada por tener que satisfacer ciertas demandas de su rutina o de su vida en general. Esta sobrecarga afecta directamente en el estado psicológico del afectado, además de que también puede provocar problemas en la salud. El estrés es muy común en todas las personas, especialmente en los adultos, pues son aquellos que tienen más responsabilidades y preocupaciones.
Principales afectaciones del estrés en la salud bucal
El estrés no solamente provoca problemas por sí mismo, sino que también es el responsable de que se produzcan ciertos problemas en lo que respecta a la salud oral:
- Bruxismo: Es el rechinamiento de dientes, el cual suele generarse sobre todo durante la noche. No obstante, también es posible experimentarlo durante el día.
- Enfermedades periodontales: El estrés también puede provocar el desarrollo de enfermedades de carácter periodontal, como es el caso de la gingivitis y la periodontitis.
- Dientes astillados: Son una consecuencia directa del rechinamiento de los dientes o apretar la mandíbula de manera excesiva debido al estrés.
- Infecciones orales: Suelen aparecer en forma de úlceras, y causan bastantes molestias a quienes las padecen.
- Problemas mandibulares: Se dan en los músculos que están encargados de la masticación.
Tipos de enfermedades bucodentales que están causadas por el estrés
Además de los problemas anteriormente mencionados, el estrés también es el causante principal de múltiples enfermedades mentales. Entre ellas, destacan sobre todo las siguientes:
- Herpes labiales y aftas: Se producen debido a un virus que se encuentra en los nervios faciales. En cuanto el organismo pierde defensas debido a la situación de estrés, se desarrollan aftas o herpes.
- Bruxismo: Como bien se ha mencionado anteriormente, el estrés puede provocar que el afectado rechine los dientes de manera involuntaria, tanto por el día como por la noche. Esto, por otra parte, termina provocando desgaste en las piezas dentales.
- Enfermedades periodontales: Es el caso tanto de la gingivitis como la periodontitis, las cuales se dan debido a la acumulación de placa bacteriana en la boca. El estrés, por su parte, propicia el sangrado de las encías, haciendo que sea mucho más sencillo desarrollar estas enfermedades.
- Caries: Es mucho más sencillo que aparezcan caries en aquellos períodos de alto estrés. La sequedad bucal también es bastante común, especialmente si el paciente está ingiriendo medicamentos especiales para controlar la ansiedad.
¿Cómo combatir el estrés en la salud bucal?
Uno de los grandes problemas que provoca el estrés, al margen de un estado físico y mental deficiente, es el hecho de que afecta de manera directa a la salud bucal. Por este motivo, es importante acudir a un especialista en aquellos momentos donde el paciente sienta más ansiedad y agobio por su rutina. De esta manera, el dentista podrá indicarle la solución más adecuada dependiendo de su caso. También será fundamental no descuidar en ningún momento la higiene oral, además de intentar mantener una dieta equilibrada y libre de productos altos en azúcares.
Recomendaciones para evitar o reducir el estrés
Existen una serie de pautas que se pueden seguir para controlar el estrés lo máximo posible:
- Comer sano y beber mucha agua.
- Acudir de forma regular a un especialista para poder tratar los periodos de estrés más intensos.
- Salir a tomar el aire o a dar paseos, y sobre todo intentar consumir la vitamina D que proporciona el sol.
- Dormir por las noches las horas necesarias, de manera que la persona se pueda sentir descansada y con energía suficiente para afrontar los periodos más difíciles.
