Implantes y corona dental, ¿son compatibles con la ortodoncia?
Muchos pacientes suelen tener dudas con respecto a la colocación de coronas e implantes, ya que estos se utilizan para la sustitución de aquellas piezas dentales que se han perdido, y son tratamientos desconocidos para gran cantidad de personas. Sin embargo, lo cierto es que suponen también una solución de lo más estética, además de que ayuda a recuperar por completo toda la funcionalidad que requieren las piezas dentales.
Para poder conocer mejor estos tratamientos, es importante distinguir las diferencias entre uno y otro, comenzando por que el implante actúa de raíz cuando a un paciente le falta alguna pieza dental. El implante consta de un tornillo de titanio que el profesional, también denominado protésico, se encargará de confeccionar en el laboratorio para posteriormente colocarlo en el interior del maxilar. Esta operación no produce ningún tipo de dolor, además de que siempre se realiza completamente a medida de cada boca, imitando a la perfección el color y el aspecto natural que tiene el diente. Por otra parte, la corona se coloca sobre la propia pieza posteriormente a que esta haya sido tallada. Los especialistas recomiendan la utilización de las coronas dentales en casos muy concretos:
- Piezas dentales desvitalizadas: Son aquellas especialmente sensibles, y que tienen muchas posibilidades de sufrir fracturas.
- Dientes con caries: Estos han perdido parte de su estructura, por lo que una endodoncia ya no es suficiente para poder solucionar el problema.
- Dientes con esmalte debilitado: En estos casos, las tonalidades pueden cambiar a un tono mucho más oscuro, e incluso amarillo, lo cual trae consecuencias a nivel estético.
El implante se coloca para sustituir una pieza dental perdida definitiva, por lo que su procedimiento va a componerse de un periodo de osteointegración donde deben cicatrizar los tejidos y el hueso maxilar. Posteriormente a este proceso, y tras unos 3-6 meses, se podrá comenzar a colocar la corona.
Tipos de coronas dentales
Existen diferentes clases de fundas dentales, no solamente clasificadas por la cantidad de piezas que tienen, sino también por los materiales que las componen. Por norma general, la combinación de metal-cerámica y la porcelana suelen ser las alternativas preferidas de la población, aunque el zirconio ha ganado bastante popularidad durante los últimos años. Este material es bastante resistente, y proporciona unos resultados bastante estéticos que conviene tener en cuenta. Además, también presentan algunos beneficios muy importantes que es importante conocer de primera mano:
- Protege los dientes que han sufrido daños o que están demasiado débiles: Esto puede ser por múltiples motivos, como los golpes. Así, se recupera de nuevo la función de masticación de la boca.
- Sujeta los puentes dentales: De esta manera, actúa como un soporte para poder colocar posteriormente coronas triples.
- Mejora la apariencia externa: La sonrisa será mucho más estética y armónica, ya que todos aquellos dientes que tengan cualquier problema de tinción habrán quedado cubiertos..
Tratamientos adecuados para coronas dentales
Las fundas dentales no dan ningún tipo de problema a aquellos pacientes que tengan cualquier tipo de ortodoncia, ya que cualquiera de ellas puede corregir cualquier tipo de problema directamente relacionado con la mordida y la colocación de los dientes. No obstante, el tratamiento que más se recomienda en los casos donde el paciente tenga coronas dentales, es el Invisalign, ya que consiste en unas férulas removibles que son mucho más cómodas de llevar. Gracias a ellas, no hace falta adherir los brackets a los dientes sobre los que se ha colocado la corona dental, por lo que su acción resulta mucho más efectiva. Además, al poder quitarse para lavar, también influye en que Invisalign sea la mejor alternativa en estas situaciones. Sin embargo, independientemente de qué ortodoncia se utilice, será fundamental mantener una higiene bucodental eficiente, empleando una técnica adecuada de cepillado después de las comidas, así como otros elementos como el hilo dental o el colutorio.
Las ortodoncias y las coronas dentales
A la hora de colocar una corona dental, es muy importante acordarse de los pacientes que tienen cualquier tipo de ortodoncia. A pesar de lo que pueda parecer en un primer momento, existe cierta compatibilidad entre ambos tratamientos, haciendo que sea totalmente posible combinarlos. Los dos están enfocados de que el paciente cuente con la mejor salud bucodental posible, y son especialmente útiles para aquellas personas que tengan enfermedades periodontales o que presentan gran cantidad de caries. No obstante, el paciente debe tener por lo menos una salud dental medianamente aceptable a la hora de colocar las coronas, como bien se ha mencionado anteriormente. Asimismo, se pueden destacar diferentes situaciones en las que se llevan a cabo las ortodoncias:
- Ortodoncia con funda sobre implantes dentales: En estos casos, cuando se coloca un implante osteointegrado ya no es posible desplazarlo, por lo que será el profesional quien se encargue de planificar el tratamiento de una manera adecuada. Si se tiene esto en cuenta, entonces el procedimiento del tratamiento estará determinada por unas circunstancias que es importante destacar:
- Pacientes con implantes: Los dentistas se apoyarán en dicho implante para mover el resto de los dientes, sirviendo este como punto de anclaje. Hay ocasiones donde la corona puede necesitar ser sustituida por otra, sobre todo si esta no encaja correctamente.
- Paciente que aún no tiene implante: Aquí podrá aprovecharse el hueco que ha dejado el diente, y es especialmente útil para poder solucionar todas las complicaciones derivadas del apiñamiento de las piezas. Sin embargo, en caso de que este sea leve, entonces el dentista puede esperar a fases más avanzadas para proceder a colocar el implante.
- Ortodoncia con funda sobre dientes: Las coronas en los dientes no suelen suponer ningún problema para los tratamientos de ortodoncia, pero es vital que estas se encuentren correctamente colocadas. Además, los productos que se utilizan para adherir los brackets a las prótesis tienen que ser distintos para que el proceso se lleve a cabo con éxito.