Enfermedades, cuidados y prevención para el paladar inflamado  

A pesar de que las enfermedades de carácter bucodental más comunes que existen suelen estar directamente relacionadas con los dientes y las encías, lo cierto es que hay otros órganos que también pueden verse afectados, como es el caso de la lengua o del paladar. A este último se le suele denominar como “cielo de la boca”, el cual necesita de una serie de cuidados y limpieza bastante intensos. Por supuesto, también es necesario acudir a revisiones con el dentista de manera recurrente para que no se inflame con el paso del tiempo y se eviten gran cantidad de complicaciones. No obstante, sí que es fundamental tener un conocimiento amplio sobre este órgano y el mantenimiento que se debe llevar a cabo con él. De esta manera, las posibles lesiones que se originen, así como las enfermedades, se evitarán antes de que puedan ocasionar problemas más grandes.

Por otra parte, es necesario conocer las partes en las que se divide el paladar:

  • Paladar blando: Está en la parte posterior de la boca.
  • Paladar duro: Se encuentra detrás de los dientes, y supone dos terceras partes de la cavidad bucal en su totalidad.

¿Cómo es un paladar sano y qué relación tiene con el resto de órganos?

Cuando el paladar tiene una tonalidad amarillenta, es señal de que algo no está yendo como debería. Por supuesto, si el paciente siente dolor en la zona, entonces esto es un claro indicador de que tiene que acudir al dentista cuanto antes. Si el paladar presenta este color amarillento, entonces seguramente se estén desarrollando enfermedades en otros órganos del cuerpo:

  • Intestino: Se pueden producir gran cantidad de infecciones relacionadas con el intestino, entre ellas el estreñimiento crónico o la propia inflamación del mismo.
  • Hígado: Un funcionamiento incorrecto del hígado puede producir una ictericia en la piel, la cual puede comprobarse fácilmente si se observa el propio paladar.
  • Páncreas: Las enfermedades relacionadas con las vesículas o el páncreas pueden detectarse fácilmente con el tono amarillento oscuro que se encuentra en el paladar.

Es importante saber, que los paladares que se encuentran perfectamente sanos tienen un color rosáceo natural. Por este motivo, si este es amarillo o presenta otra tonalidad, será de vital importancia acudir al dentista cuanto antes. Así, se conseguirán detectar a tiempo cualquiera de estas enfermedades y se podrá iniciar el tratamiento cuanto antes, de manera que se evitará que estas deriven en algo mucho más grave.

Motivos por los que se produce el paladar inflamado

El paladar inflamado normalmente no debería ser un motivo de preocupación para las personas, ya que generalmente se da debido a irritaciones o quemaduras que se producen simplemente por comer algo demasiado caliente, o excesivamente picante. Sin embargo, cuando se produce escozor o incluso dolor en la zona, y el color adquiere un tono más rojizo, entonces esto puede ser una señal de que se ha terminado inflamando definitivamente. Existen diferentes causas que pueden provocar dicha inflamación:

  • Leucoplasia: Son unas manchas blancas que aparecen en la lengua, y que son bastante frecuentes sobre todo en las personas fumadoras. Muchas veces, estos parches se confunden con aftas de las encías, aunque lo cierto es que la leucoplasia tiene su origen en diferentes alteraciones de la mucosa. A pesar de que muchas de estas manchas no son graves, lo cierto es que en caso de presenciarlas en la lengua, se debe acudir al dentista cuanto antes para poder descartar un posible cáncer de paladar.
  • Herpes: Este virus es bastante visible, ya que aparece en el cielo de la boca, y además, es bastante contagioso y fácil de identificar, debido a su tonalidad rojiza. Además, el herpes produce dolor, y para poder eliminarlo de manera definitiva será necesario recurrir a unos medicamentos que siempre deben ser recetados por un auténtico profesional. Por supuesto, y al igual que ocurre con la leucoplasia, este virus no debería suponer ningún problema grave, pero sí que es importante tratarlo a tiempo.
  • Llagas: O aftas, son inflamaciones de la mucosa que pueden ser muy molestas y dolorosas para quien las padece. Estas son muy fáciles de identificar, no solamente debido al propio dolor, sino también a su color blanquecino y a su forma redonda. Las llagas muchas veces aparecen tanto por una mala alimentación como por una bajada de defensas. Por supuesto, también puede tener su origen en un roce o alguna lesión con un objeto punzante, algo que suele ser bastante común en pacientes que tienen un aparato de ortodoncia. Es por esta razón que a los niños y adolescentes les suelen salir más que a las personas adultas, pues son las personas que más suelen llevar este tipo de aparatos.
  • Placa bacteriana: Se forma debido a una enorme acumulación de bacterias dentro de la boca, las cuales se suelen concentrar en la cavidad superior. Las causas son una higiene bucodental deficiente, que termina produciendo infecciones y sarro dentro de las encías. Esto también provoca y deriva en enfermedades de carácter oral mucho más grave.
  • Candidiasis: Se encuentra originada por hongos que se concentran en la mucosa. Esto es debido a la ingesta de determinados antibióticos, o incluso por una alteración propia del sistema inmunológico, por lo que lo más recomendable es llevar a cabo una revisión médica para poder conocer las causas.

Formas de evitar la inflamación del paladar

Para poder evitar enfermedades graves o las molestias que produce la inflamación del paladar, es importante llevar a cabo una serie de actividades que pueden ayudar  a mantener en buen estado la cavidad oral. Entre ellas, destaca sobre todo una buena alimentación que mantenga las defensas del cuerpo totalmente activas, así como intentar controlar las situaciones que produzcan demasiado estrés. Por supuesto, mantener una higiene oral adecuada y utilizar un enjuague bucal diario también ayudará a eliminar todas las bacterias causantes de las infecciones. Si se siguen todas estas recomendaciones, se conseguirá evitar todo tipo de problemas que se encuentren directamente relacionados con el paladar.