¿Qué es la Papila interdental?
La papila interdental es un tejido que tienen las encías, concretamente situado entre diente y diente. También conocido como tejido periodontal, se encuentra situado entre el punto de contacto de ambas piezas dentales y la base del propio hueso, y se encarga de cubrir por completo la anchura del espacio interproximal. Por su parte, la papila también tiene una forma parecida a la de una pirámide si se encuentra en los dientes anteriores, y una anatomía plana cuando se encuentra en el sector de los posteriores. Además, éste tejido al encargarse de cubrir el espacio existente entre las piezas dentales ayuda a que tengan un resultado más estético, además de que a nivel funcional ayuda a que los alimentos no queden retenidos en esa zona. De esta manera, la papila ayuda a evitar la aparición de caries y otras enfermedades dentales, por lo que resulta de vital importancia.
Funciones de la papila interdental
Algunos de los objetivos principales que tiene la papila interdental son los de evitar que los restos de alimentos se queden acumulados entre los dientes, como bien se ha comentado en el apartado anterior. Su función protectora es fundamental para que las personas eviten a toda costa las caries, enfermedades periodontales y otros problemas que puedan poner en peligro su salud bucodental. Es importante tener en cuenta también que en algunos casos, la papila interdental puede llegar a perderse, como es en el caso de ciertas intervenciones quirúrgicas. Esto puede terminar siendo problemático, por lo que conviene acudir a un profesional para evitar complicaciones futuras.
¿Se puede perder la papila interdental?
Las papilas interdentales efectivamente pueden perderse. Como bien se ha mencionado, en algunas operaciones quirúrgicas puede darse el caso de que el hueso se termine desgastando. Por supuesto, las enfermedades periodontales también suelen ser directamente responsables de la pérdida de la papila, especialmente cuando éstas se encuentran excesivamente avanzadas. Dichas enfermedades son infecciones de las encías que, al dañar los tejidos blandos, pueden perjudicar gravemente la salud bucodental de los pacientes. A su vez, también pueden provocar la destrucción definitiva del hueso. Por este motivo, es de vital importancia que en caso de notar una pérdida de hueso en la zona de las encías, se avise cuanto antes a un dentista profesional para que le ponga remedio. De lo contrario, se podría llegar incluso a perder la pieza de manera definitiva.
¿Existe la posibilidad de que se regenere la papila interdental?
Lo cierto es que a día de hoy no es posible realizar la regeneración de encías, por lo que adquiere una mayor importancia el cuidarlas y evitar que éstas puedan experimentar daños con el paso del tiempo. No obstante, conviene tener en cuenta que actualmente existen tratamientos que se encargan de cerrar los espacios que existen entre ellas, además de disimularlos estéticamente. Dichos tratamientos consisten en colocar en los huecos que quedan un material que puede ser adhesivo al diente. De esta forma, se consigue una estructura ancha que no solamente hace que el paciente se encuentre más cómodo a la hora de hablar o masticar, sino que también es mucho más armónico en lo que respecta a la estética.
Técnicas para recuperar la papila interdental
Como bien se ha dicho, la regeneración de encías a día de hoy no es posible. A pesar de ello, se han desarrollado gran cantidad de tratamientos diferentes que permiten cerrar estos espacios y disimularlos para que los pacientes puedan recuperar la funcionalidad y la estética de su boca. Algunos de los procedimientos más conocidos a los que se puede recurrir son los siguientes:
● Raspado y alisado radicular
● Cirugía de las encías
● Injertos de encía
Raspado y alisado radicular
El raspado y alisado radicular es una técnica bastante buena y utilizada dentro de la odontología, la cual se divide en dos partes. Primero se elimina tanto el sarro como la placa bacteriana que se ha ido acumulando en la zona de las encías y que se ha terminado quedando dura. Una vez la zona se encuentre perfectamente limpia, el profesional llevará a cabo el alisado radicular, que consiste en allanar las diferentes raíces de los dientes. Así, se consigue que las encías se vuelvan a fijar. Este método requiere de una limpieza muy profunda de las raíces de las piezas dentales, lo que implica que pueda ser algo incómoda para los pacientes a la hora de llevarla a cabo. No obstante, sus resultados suelen ser bastante positivos la mayoría de las veces.
Cirugía de las encías
Se suele realizar en aquellos casos más graves de pérdida de encías. En estas situaciones, los profesionales recomiendan acudir directamente a una cirugía periodontal. Este procedimiento de carácter quirúrgico generalmente es bastante sencillo, y no provoca dolor a los pacientes al utilizar anestesia para realizarlo. Consiste básicamente en separar la encía de la pieza dental para limpiar la infección. Posteriormente, se vuelve a colocar la encía a través de unos puntos de sutura que podrán ser retirados cuando pasen aproximadamente siete días. Es un método muy efectivo que, sin embargo, a algunos pacientes no les termina de convencer debido a que se debe pasar por quirófano. No obstante, es una de las soluciones más efectivas para combatir la pérdida de encía.
Injertos de encía
El injerto de encía es un tipo de cirugía que consiste en extraer el tejido de una zona donante ( generalmente el paladar) y cubrir con ella una zona sobre una pieza dental natural o un implante. A su vez, los injertos de encía se pueden clasificar en dos tipos diferentes:
● Injerto en túnel: En estos casos, se toma un injerto de la zona del paladar o de las muelas del juicio de la parte superior de la boca, y se introduce entre una zona creada en el área receptora. Esta técnica se suele llevar a cabo cuando se quiere ganar grosor en las encías.
● Injerto de encía libre: Se toma el injerto de la zona del paladar, y se produce la formación de encía libre sobre dientes. En estos casos, se logra ofrecer una protección mayor a las piezas dentales.