Un periodoncista es un especialista dental altamente capacitado y especializado en el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades periodontales. La periodoncia es una rama de la odontología que se enfoca en el cuidado de los tejidos que rodean y sostienen los dientes, incluyendo las encías, el hueso alveolar y el ligamento periodontal.
El periodoncista ha completado estudios de odontología y, posteriormente, ha obtenido una formación adicional y específica en periodoncia. Durante su formación, adquieren conocimientos avanzados sobre la anatomía oral, la fisiología de los tejidos periodontales, las enfermedades periodontales y las técnicas de tratamiento periodontal.
El punto principal del periodoncista es prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis. Utilizan técnicas y procedimientos especializados para tratar problemas relacionados con las encías, como el raspado y alisado radicular, la cirugía periodontal y la colocación de implantes dentales.
Los periodoncistas también se dedican a la estética y la mejora de la sonrisa. Pueden realizar procedimientos como el injerto de encía, el alargamiento coronario y la gingivectomía para mejorar la apariencia de las encías y lograr una sonrisa más armoniosa.
¿Qué hace un periodoncista?
Una de las principales funciones de un periodoncista es el diagnóstico temprano de las enfermedades periodontales. A través de exámenes minuciosos y la evaluación de los síntomas del paciente, pueden detectar signos de inflamación de las encías, sangrado, recesión gingival, presencia de bolsas periodontales y deterioro del tejido óseo que rodea los dientes.
El diagnóstico preciso es fundamental para proporcionar un tratamiento adecuado y evitar la progresión de las enfermedades periodontales, que pueden llevar a la pérdida de dientes y problemas de salud más graves.
Una vez realizado el diagnóstico, el periodoncista desarrolla un plan de tratamiento personalizado. Esto puede incluir procedimientos como la limpieza profunda de las raíces de los dientes, conocida como raspado y alisado radicular, para eliminar la placa y el sarro acumulados en las bolsas periodontales.
Igualmente pueden realizar cirugías periodontales, como la elevación de colgajos y el injerto de tejido, para reparar y regenerar los tejidos dañados. Además, los periodoncistas son expertos en la colocación de implantes dentales, que son una solución eficaz para reemplazar los dientes perdidos y restaurar la funcionalidad y estética bucal.
Cuándo es necesario ir a un periodoncista
Sangrado de encías: Si notas sangrado al cepillarte o usar hilo dental, puede ser un signo de enfermedad de las encías. El sangrado es una indicación de inflamación y puede ser un primer síntoma de gingivitis o periodontitis.
Encías enrojecidas e hinchadas: Si tus encías lucen inflamadas, enrojecidas o hinchadas, puede ser una señal de enfermedad periodontal. Estos síntomas generalmente indican que hay una infección presente en las encías, y un periodoncista puede proporcionar el tratamiento necesario para combatir la enfermedad.
Mal aliento persistente: Si experimentas mal aliento crónico, incluso después de una buena higiene oral, es posible que haya una infección bacteriana en las encías o en las bolsas periodontales.
Recesión de las encías: La recesión gingival ocurre cuando las encías se retraen, exponiendo las raíces de los dientes. Esto puede deberse a enfermedades periodontales, cepillado agresivo o factores genéticos.
Movilidad o cambio en la posición de los dientes: Si notas que tus dientes se han vuelto móviles o cambian de posición, esto puede ser un signo de pérdida de soporte óseo debido a la enfermedad periodontal avanzada
Historial de enfermedad periodontal: Si has sido diagnosticado previamente con enfermedad periodontal y has recibido tratamiento, es importante realizar visitas regulares al periodoncista para monitorear tu salud periodontal y prevenir la recurrencia de la enfermedad.
¿Qué tratamientos realiza un médico especialista en periodoncia?
El periodoncista realiza tratamientos específicos para abordar diferentes problemas periodontales. Uno de ellos es el raspado y alisado radicular, que consiste en eliminar la placa y el sarro de las raíces dentales para prevenir la progresión de la enfermedad periodontal y favorecer la curación de las encías.
En casos más avanzados, se puede requerir cirugía periodontal. Esta cirugía implica el levantamiento de colgajos de encía, la eliminación de tejido infectado y la reconstrucción de las estructuras de soporte dañadas.
Para corregir la recesión gingival, donde las encías retroceden y dejan expuestas las raíces dentales, se utiliza el injerto de encía. El periodoncista utiliza tejido de la propia boca del paciente o materiales de injerto para cubrir las áreas expuestas y mejorar la apariencia estética.
Cuando hay exceso de encía cubriendo las coronas de los dientes, lo que afecta la estética y dificulta la colocación de restauraciones dentales, se realiza el alargamiento coronario. El periodoncista remueve el exceso de tejido para exponer más área dental y facilitar la colocación de restauraciones.
Terapia periodontal no quirúrgica
La terapia periodontal no quirúrgica, también conocida como tratamiento periodontal, es un enfoque inicial para tratar las enfermedades periodontales en sus etapas iniciales o moderadas. Este tipo de tratamiento se centra en eliminar la acumulación de placa bacteriana y sarro que se ha formado en las encías y en las raíces de los dientes.
La terapia periodontal no quirúrgica es llevada a cabo por un periodoncista o un higienista dental especializado en periodoncia. El objetivo principal de este tratamiento es detener la progresión de la enfermedad periodontal, reducir la inflamación de las encías y promover la salud periodontal.
El procedimiento comienza con una evaluación exhaustiva de la condición de las encías y la medición de las bolsas periodontales, que son espacios entre los dientes y las encías donde se acumula la placa y las bacterias dañinas.
En seguida, se realiza la limpieza profunda de las raíces de los dientes, conocida como raspado y alisado radicular. Este proceso implica la eliminación de la placa y el sarro tanto sobre como debajo de la línea de las encías, junto con el alisado de las superficies rugosas de las raíces dentales para ayudar a prevenir la acumulación futura de bacterias.
En algunos casos, puede ser necesario administrar anestesia local para garantizar la comodidad del paciente durante el procedimiento. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la terapia periodontal no quirúrgica se realiza de manera indolora y sin la necesidad de cirugía.
Después de la limpieza profunda, el paciente recibirá instrucciones detalladas sobre cómo mantener una higiene oral adecuada en el hogar.
La terapia periodontal no quirúrgica es un paso fundamental en el tratamiento de las enfermedades periodontales. En muchos casos, este enfoque inicial puede ser suficiente para controlar y revertir la enfermedad periodontal en sus etapas iniciales. No obstante, en casos más avanzados, puede ser necesario realizar procedimientos quirúrgicos adicionales o considerar opciones de tratamiento más avanzadas.
Cirugía periodontal resectiva
El objetivo principal de la cirugía periodontal resectiva es eliminar el tejido dañado y restaurar la salud de las encías y los tejidos de soporte dental. Durante el procedimiento, el periodoncista realizará incisiones en las encías para acceder a las raíces de los dientes y eliminar la placa bacteriana y el sarro que se han acumulado en las bolsas periodontales.
Una vez que se ha limpiado la zona afectada, el periodoncista puede llevar a cabo diferentes técnicas resectivas, como la eliminación selectiva de tejido inflamado o la remodelación del hueso alrededor de los dientes. Estas técnicas permiten eliminar las bolsas periodontales y crear un entorno más saludable para los tejidos circundantes.
Después de la cirugía, se suturan las incisiones realizadas en las encías. El paciente recibirá instrucciones detalladas sobre cómo cuidar adecuadamente la zona quirúrgica durante el proceso de cicatrización, incluyendo una higiene oral adecuada y una dieta suave que no ejerza presión sobre las áreas afectadas.
La cirugía periodontal resectiva puede ser necesaria en casos de enfermedad periodontal avanzada, donde la pérdida ósea o el daño a los tejidos de soporte dental son significativos. Este tipo de cirugía tiene como objetivo restablecer la estabilidad y la salud periodontal, así como mejorar la apariencia estética de las encías y los dientes.
Es importante tener en cuenta que la cirugía periodontal resectiva es un procedimiento invasivo y, en algunos casos, puede requerir anestesia local o sedación para garantizar la comodidad del paciente. Igualmente, el período de recuperación puede variar según la complejidad de la cirugía y las necesidades individuales de cada paciente.
Mantenimientos periodontales
Los mantenimientos periodontales son un componente esencial del tratamiento periodontal a largo plazo. Después de recibir terapia periodontal, ya sea no quirúrgica o quirúrgica, es fundamental mantener un cuidado continuo para preservar la salud de las encías y prevenir la recurrencia de las enfermedades periodontales.
Estos mantenimientos periódicos se realizan en consultas regulares con el periodoncista o el higienista dental especializado en periodoncia. Durante estas visitas, se llevan a cabo diferentes actividades para evaluar y mantener la salud periodontal.
Primero se realiza una revisión minuciosa de las encías y los tejidos periodontales para detectar cualquier signo de inflamación, sangrado o recesión gingival. Igualmente se mide la profundidad de las bolsas periodontales para monitorear su estado. Conjuntamente, se revisa la higiene oral del paciente y se brindan recomendaciones específicas para mejorarla si es necesario.
El mantenimiento periodontal incluye también la eliminación de la placa y el sarro acumulados en los dientes y las raíces. Este proceso, conocido como raspado y alisado radicular, ayuda a prevenir la acumulación de bacterias y la formación de nuevas bolsas periodontales.
Durante las visitas de mantenimiento, se pueden realizar radiografías periódicas para evaluar el estado de los tejidos óseos que rodean los dientes y detectar posibles signos de pérdida ósea adicional.
Los mantenimientos periodontales son fundamentales para controlar las enfermedades periodontales y mantener una buena salud bucal a largo plazo. Estas visitas regulares permiten la detección temprana de cualquier cambio o complicación en la salud periodontal y brindan la oportunidad de abordarlos de manera oportuna.
Injerto de encía
El injerto de encía es un procedimiento utilizado en el campo de la periodoncia para tratar la recesión gingival y restaurar la apariencia estética de las encías. También ayuda a proteger las raíces dentales expuestas y a prevenir la progresión de la recesión gingival.
Durante el injerto de encía, el periodoncista toma tejido de una parte de la boca, como el paladar o una zona cercana, y lo coloca en el área donde se ha producido la recesión gingival. El tejido injertado se sutura cuidadosamente en su nueva ubicación y se deja que se cure y se integre con las encías existentes.
- Injerto de tejido conectivo: En este procedimiento, se toma una porción de tejido conectivo del paladar y se coloca debajo de la encía afectada. El injerto de tejido conectivo ayuda a aumentar el grosor de las encías y a cubrir las raíces expuestas.
- Injerto de encía libre: En este caso, se toma una porción de tejido de encía del paladar y se coloca directamente sobre la encía recesiva. El objetivo es cubrir las raíces expuestas y mejorar la apariencia estética.
- Injerto pediculado: En esta técnica, el tejido de encía se toma de una zona cercana a la encía recesiva y se coloca sobre las raíces expuestas. Este tipo de injerto utiliza un colgajo de tejido que todavía está conectado a la encía circundante, lo que facilita su colocación sobre el área afectada.
El injerto de encía es un procedimiento seguro y efectivo que puede mejorar significativamente la salud y la apariencia de las encías. Después del injerto, se proporcionarán instrucciones para el cuidado adecuado de la zona quirúrgica durante el proceso de cicatrización.
Alargamiento coronario
El alargamiento coronario es un procedimiento utilizado en el campo de la periodoncia para corregir problemas relacionados con la altura o el contorno de la corona dental. También se conoce como gingivectomía o cirugía de corona alargada.
El objetivo principal del alargamiento coronario es exponer más área dental para facilitar la colocación de restauraciones dentales, como coronas o carillas. Este procedimiento se realiza cuando una parte significativa de la corona dental está cubierta por encía o tejido óseo, lo que dificulta la colocación adecuada de las restauraciones.
Durante el alargamiento coronario, el periodoncista realiza incisiones en las encías para acceder a las raíces dentales y al hueso profundo. Luego, se elimina cuidadosamente el exceso de tejido blando y óseo para revelar una mayor longitud de la corona dental. Este proceso permite crear un espacio adecuado para colocar las restauraciones dentales de manera precisa y estética.
Después de completar el alargamiento coronario, se suturan las incisiones realizadas en las encías y se brindan instrucciones detalladas sobre cómo cuidar adecuadamente la zona quirúrgica durante el proceso de cicatrización. Es fundamental seguir las indicaciones del periodoncista y mantener una buena higiene oral para promover una recuperación exitosa.
El alargamiento coronario puede ser recomendado en diferentes situaciones, como cuando se requiere una restauración dental debido a caries extensas, fracturas dentales, desgaste excesivo o incluso por razones estéticas. Este procedimiento permite mejorar la salud bucal, restaurar la funcionalidad dental y lograr una sonrisa más armoniosa.
Es importante destacar que el alargamiento coronario es un procedimiento seguro y realizado por un periodoncista experimentado. Antes de realizar cualquier intervención, se realizará una evaluación exhaustiva para determinar la necesidad y viabilidad del alargamiento coronario en cada caso particular.
Gingivoplastia
La gingivoplastia es un procedimiento de tratamiento periodontal que se utiliza para remodelar y dar forma a las encías. Consiste en el recorte o contorneado de la encía para mejorar la estética de la sonrisa y corregir irregularidades en la línea de las encías.
Durante la gingivoplastia, el periodoncista utiliza instrumentos especializados para eliminar el exceso de tejido de las encías o para remodelarlas de manera que se logre una apariencia más simétrica y equilibrada. Este procedimiento puede realizarse en una o varias áreas de la boca, según las necesidades y objetivos del paciente.
La gingivoplastia es un procedimiento relativamente sencillo y se realiza bajo anestesia local para garantizar la comodidad del paciente. Después del procedimiento, se proporcionarán instrucciones para el cuidado adecuado de las encías durante la cicatrización.
Este tratamiento es especialmente beneficioso para aquellas personas que tienen una sonrisa con encías prominentes o una línea de encía desigual. Al remodelar las encías, se logra una apariencia más estética y se mejora la armonía entre las encías y los dientes.
Es importante destacar que la gingivoplastia es un procedimiento puramente estético y no está destinado a tratar problemas de salud periodontal o enfermedades de las encías. Si existe alguna enfermedad periodontal relacionada, se pueden requerir otros tratamientos periodontales para abordarla adecuadamente.
Tratamiento con probióticos
El tratamiento con probióticos es una opción prometedora en el campo de la periodoncia para el manejo de enfermedades periodontales. Los probióticos son microorganismos beneficiosos que pueden ayudar a restablecer y mantener el equilibrio de la flora bacteriana en la boca.
Algunos estudios sugieren que ciertas cepas de bacterias probióticas pueden inhibir el crecimiento de bacterias dañinas en las encías y reducir la inflamación periodontal. Estos probióticos se pueden administrar en forma de enjuagues bucales, pastillas, tabletas o incluso como aditivos en productos alimenticios específicos.
El tratamiento con probióticos en la periodoncia se encuentra en una etapa de investigación y desarrollo, y su efectividad y beneficios aún se están estudiando en detalle. Sin embargo, algunos estudios han mostrado resultados alentadores en términos de reducción de la inflamación gingival y mejora de los parámetros clínicos de la salud periodontal.
Es importante destacar que el tratamiento con probióticos no reemplaza los métodos de tratamiento periodontal convencionales, como el raspado y alisado radicular o la cirugía periodontal. Sin embargo, puede ser un complemento prometedor para ayudar a mantener la salud de las encías y prevenir la recurrencia de enfermedades periodontales.
Mantenimiento periodontal
El mantenimiento periodontal es un componente esencial del tratamiento periodoncial para mantener la salud bucal a largo plazo. Consiste en visitas regulares al periodoncista o higienista dental especializado en periodoncia para evaluar y mantener la salud de las encías y prevenir la recurrencia de enfermedades periodontales.
Durante las visitas de mantenimiento periodontal, se realiza una revisión minuciosa de las encías y los tejidos periodontales para detectar signos de inflamación, sangrado o recesión gingival. También se evalúa la higiene oral del paciente y se proporcionan recomendaciones específicas para mejorarlo si es necesario.
Se realiza la eliminación de la placa y el sarro acumulados en los dientes y las raíces a través de un procedimiento llamado raspado y alisado radicular. Esto ayuda a prevenir la acumulación de bacterias y la formación de nuevas bolsas periodontales.
El mantenimiento periodontal también puede incluir radiografías periódicas para evaluar el estado de los tejidos óseos que rodean los dientes y detectar posibles signos de pérdida ósea adicional.
La frecuencia de las visitas de mantenimiento periodontal puede variar según las necesidades individuales de cada paciente. En sí, se recomienda realizar estas visitas cada tres a seis meses, aunque en algunos casos pueden ser más frecuentes.
