P&P quiere contarte las mejores anécdotas relacionadas con los dientes para que puedas disfrutar de historias originales y tradiciones que han ido pasando de abuelos y abuelas a padres y madres, a hijos, hijas, nietas y nietos hasta llegar a la actualidad con la misma fuerza e ilusión que se relataban en el pasado.
Seguro que en alguna ocasión has oído hablar del Ratoncito Pérez, ¿verdad?. Queremos contarte todas las curiosidades sobre este simpático ratoncito que aparece sigilosamente en muchas casas pero nadie consigue verlo.
Los dientes de leche
Cuando somos pequeños, todos y todas hemos sufrido la caída de nuestros primeros dientes: los dientes de leche. Estas caídas de las piezas dentales han estado relacionadas con la evolución, el cambio y el crecimiento de los niños y las niñas.
A lo largo del mundo, la caída de los dientes de leche ha llevado en sí muchas curiosidades y en cada rincón del planeta esta manifestación del crecimiento de un niño se afronta de una manera diferente.
El Ratoncito Pérez en España
En cada zona del país la figura del Ratoncito Pérez y la relación de este con los dientes de los niños está muy extendida y cada casa vive esta tradición con alegría por parte de los padres, abuelos y tíos y gran expectación por parte de los pequeños. ¿Sabes de dónde surgió este pequeño ratón al que se le atribuye la recogida de los dientes de leche que los niños y niñas pierden para dar paso a los dientes definitivos?
El origen del Ratoncito Pérez se remonta a 1894 cuando Alfonso XIII contaba con 8 años de edad. La Casa Real encargó al escritor Luis Coloma un cuento para el joven monarca que acababa de perder un diente.
Coloma tuvo el ingenio y la creatividad de relatar que en la madrileña calle del Arenal residía un ratón que vivía junto a su familia en una caja de galletas. Por aquellos tiempos, en el número 8 de esta calle madrileña se ubicaba la famosa confitería Prats.
El Ratón Pérez tenía como entretenimiento escapar de su casa por las cañerías de aquel inmueble sorteando los peligros de la ciudad, incluidos los numerosos gatos que habitaban en Madrid por aquel entonces y una vez que lograba su cometido, el Ratón Pérez entraba en las habitaciones de los niños que habían perdido un diente como el del monarca.
El rey guardó bajo su almohada el diente caído y esperó al ratón y cuando lo conoció en primera persona le pidió acompañarlo en su ruta nocturna para visitar las habitaciones de otros niños madrileños con algún diente caído.
El Sr Pérez y el monarca que también fue ratón por una noche vieron la situación real de los niños y niñas de la ciudad donde la precariedad formaba parte de sus vidas. Esto sirvió para que el joven monarca no descubriera el destino de los dientes sino la situación real de la vida y aprender una lección de valentía y generosidad de cara a su futuro reinado como monarca.
Homenaje merecido al Ratoncito Pérez
En el año 2003 el Ayuntamiento de Madrid hizo el reconocimiento que el Sr Ratoncito Pérez se merecía. El roedor más famoso de todos los tiempos cuenta con una placa conmemorativa que dice: “Aquí vivía dentro de una caja de galletas, en la confitería Prats, el Ratón Pérez, según el cuento que el padre Coloma escribió para el rey niño Alfonso XIII”.
En la actualidad, el número 8 de la calle del Arenal es la casa-museo de uno de los ratones más conocidos en todo el mundo después de Mickey Mouse.
El Ratoncito Pérez por el mundo
A lo largo del planeta existe siempre algún personaje encargado de recoger los dientes caídos de los niños: el ratoncito Pérez, una bruja, un hada,….El Ratoncito Pérez es el más popular en los países de habla hispana pero cada país ofrece distintos matices que vamos a conocer en este post.
España
En diferentes comunidades está la alternativa al Sr Ratoncito Pérez aunque tienen el mismo oficio de recolectores de dientes de leche. En Cataluña es l’Angelet (el angelito) y en el País Vasco la Maritxuteilatukoa (Mari la del tejado) sin olvidar la figura de l’esquilu de los dientis (la ardilla de los dientes) en Cantabria.
Perú, México y Chile
En estos países es conocido simplemente como “El ratón de los dientes”.
Irlanda
En este país es una duende llamada Anna Bogle que también se lleva los dientes de leche a cambio de dinero.
Países anglosajones y germánicos
En estos países la encargada es la ToothFairy (hada de los dientes). Aquí también se deja el diente debajo de la almohada para que lo reemplace por una moneda.
Italia
Los italianos mezclan la tradición hispana (il topolino) con la anglosajona creando la la fatinadeidenti.
Suecia y Noruega
En estos países nórdicos los niños deben dejar sus dientes en un vaso de agua para que tannfe o tandenfee se los lleven y les dejen una recompensa a cambio.
Sudáfrica
Aquí los niños dejan sus dientes dentro de una zapatilla para que el hada haga su función y se los lleve esperando dejarles alguna compensación por ello.
Países francófonos
En estos países el ratón no tiene apellido y es tan solo la petite souris, es decir, el ratoncito.
Argelia, Marruecos y Túnez
Los dientes de leche son “dientes de asno” que pasan a convertirse en “dientes de gacela”, los dientes definitivos.
China
Aquí no existen ratones ni hadas. Cuando se caen los dientes de la arcada superior, se suelen enterrar o se colocan debajo de la cama y si es de la arcada inferior, se lanzan al tejado. En el tejado coinciden con Bulgaria que lanzaban el diente de leche para que, supuestamente, un cuervo se los llevara al grito de: “Gran cuervo, te doy mi diente de hueso. ¡Dame un diente de hierro!”. En Turquía también coinciden con China en enterrar el diente de leche caído pero en este caso en un lugar que esté relacionado con lo que el niño quiera ser de mayor. Por ejemplo, si quiere ser futbolista, tendrá que enterrar su dientecito en un campo de fútbol.
¿Qué te han parecido estas tradiciones sobre el Ratoncito Pérez, las hadas y otros seres fantásticos? Esperamos que os haya servido para valorar desde la infancia la importancia de nuestras piezas dentales.
