Sellado dental para prevenir la aparición de caries infantiles

Uno de los procedimientos que más se suelen realizar en lo que se refiere a la especialidad de Odontopediatría, es el sellado dental, que se utiliza sobre todo para prevenir la aparición de caries en los niños más propensos a padecerlas. Estas bacterias son especialmente comunes en la zona de los molares y los premolares, los cuales suelen presentar fisuras que acumulan bacterias y restos de comida que luego son mucho más difíciles de eliminar. Por este motivo, se realizan los sellados, ya que se encargan de evitar la acumulación de estas comidas y de otras bacterias, las cuales terminan desarrollando caries mucho más graves.

El sellado dental se lleva a cabo con resina, un material que se aplica sobre la superficie masticatoria de los molares y premolares de los niños y adolescentes, ya que es una zona muy rugosa e irregular que termina siendo idóneo para la acumulación de las bacterias. Cuando estas entran en contacto con restos de comida, se encargan de liberar ácidos que propician las lesiones cariosas. El objetivo del sellado dental es rellenar los surcos dentales para impedir la acción patógena de este tipo de bacterias. Es decir, actúa como una capa protectora. Por norma general, se lleva a cabo en niños que tienen un riesgo muy elevado de contraer caries, y tienen que llegar por lo menos a los seis años de edad, ya que es el momento donde los molares van a empezar a salir.

Funcionamiento del sellado dental

A la hora de llevar a los niños al dentista, el profesional se encargará de analizar y revisar su boca para saber en qué estado se encuentra la misma. Una vez se coloca el sellado, este puede tener una duración de hasta cinco años, aunque en caso de desprenderse, este se podría volver a colocar sin ningún problema. Lo más recomendable es que el niño haya cumplido por lo menos seis años cuando vaya a realizar una visita a la clínica. Esta técnica es de lo más eficaz, y se encarga de tapar todo tipo de fosas y fisuras para poder conservar en el mejor estado posible la salud bucodental de los niños.

Una vez se comienza el procedimiento, el dentista previamente se encargará de la limpieza de la pieza dental para que no queden restos de placa bacteriana. Posteriormente, se secará la pieza para que la saliva no impida que la resina llegue a todos los surcos que existen en la muela. Así, cuando el sellador esté aplicado, el especialista lo podrá solidificar a través de la luz azul que desprende la lámpara de polimerización. Las lesiones cariosas que terminan derivando en fisuras dentales son mucho más frecuentes de lo que parece, y afectan sobre todo a las muelas y a las piezas de leche. Por ello, cobra aún más importancia el acudir al dentista cuanto antes para evitar que las caries se desarrollen y dañen la salud oral de los pacientes, sobre todo aquellos que son más jóvenes.

Contraindicaciones

 El sellado de muelas es un tipo de tratamiento de lo más eficaz para las caries. No obstante, lo cierto es que existen algunos casos concretos donde este procedimiento no debe llevarse a cabo. Algunos de estos son los siguientes:

  • Cuando ya existe una caries dental, en cuyo caso se debe eliminar antes de proceder a realizar el sellado.
  • Cuando las muelas todavía se encuentran en proceso de erupción y todavía no han salido por completo.
  • Cuando el paciente es de bajo riesgo, y las probabilidades de que desarrolle una lesión de estas características sean de lo más reducidas.

Quitando estas situaciones, lo cierto es que este sellado no tiene ningún tipo de efecto secundario, y además de que es relativamente sencillo de realizar, el niño podrá masticar de manera completamente normal después del proceso.

Prevención de las caries

El método más efectivo para poder combatir las caries, es sin duda la prevención. El sellado es un tipo de tratamiento que sí que evita enormemente que esta puedan aparecer, a pesar de que es únicamente una medida complementaria, pues es mucho más importante mantener una buena higiene diaria. Por supuesto, además de la limpieza, también se deben tener otros hábitos que puedan contribuir en la medida de lo posible a que las caries no dañen las piezas dentales. Esto es todavía más importante en los niños más pequeños, que son los más propensos a contraer estas bacterias. Además de esto, es importante seguir una serie de consejos y recomendaciones a tener en cuenta:

  • Utilizar pasta de dientes con flúor ayuda a prevenir las caries y a proteger las piezas dentales en su totalidad.
  • Lavarse los dientes después de cada comida, independientemente de si el cepillo que se utilice sea eléctrico o manual. Por supuesto, tener una buena técnica de cepillado también será fundamental para evitar el daño de los tejidos y el sangrado de encías, además de que la limpieza de esta forma será mucho más completa.
  • Utilizar complementos en el cepillado, como es el caso del hilo dental o el colutorio, los cuales permiten una limpieza mucho más completa al poder llegar a zonas donde el cepillo es incapaz de acceder.
  • Implicación por parte de los padres, ya que estos son los mayores responsables de los niños, y son quienes deben encargarse de que estos adquieran unos buenos hábitos dentales hasta que sean los suficientemente mayores como para encargarse por ellos mismos.

Conclusiones

El sellado dental cuando se lleva a cabo en niños y adolescentes funciona como una medida preventiva muy eficaz, y que proporciona unos resultados de lo más satisfactorios para los pacientes. Además, si se combina con ciertos hábitos saludables, una buena limpieza dental y unas visitas recurrentes al dentista, se conseguirá una boca de lo más sana y cuidada. Sobre todo en las edades más tempranas, es fundamental inculcar la importancia de la salud bucodental y de mantenerla en buen estado, de manera que se evitarán gran cantidad de problemas y complicaciones en la edad adulta.