¿Qué es el paladar?
El paladar es un elemento fundamental para las personas, pues es el encargado de cumplir funciones básicas como es el caso de hablar o comer. Por este motivo, es importante tener una buena salud bucodental para evitar problemas relacionados con el mismo. También denominado como “techo de la boca” es una de las partes dentro de las cavidades orales que a su vez se encuentra dividido en dos elementos que son muy importantes de distinguir. Estos son el paladar blando, que es el músculo que se encuentra en la parte posterior de la boca, y por otro lado el paladar duro. Este último es el área que se encuentra más cerca de los dientes gracias al hueso que hay en la parte frontal.
Tipos de paladar
El paladar es una de las partes más importantes de las cavidades orales. Así, es importante distinguir entre los diferentes tipos que existen:
- Paladar ojival: Es una deformidad que se produce debido a un mal desarrollo en la etapa de crecimiento de la persona afectada.
- Paladar blando: Se encuentra en la parte posterior del propio paladar.
- Paladar duro: Corresponde a la parte ósea superior de la boca, y se puede ver afectado por bebidas o alimentos que sean excesivamente calientes.
- Paladar irritado: Es una de las más comunes, y se caracteriza por un tono rojizo y una sensación de quemazón en la boca que puede durar horas y días.
Paladar ojival
Denominado también como “paladar estrecho”, se genera cuando la lengua no toca el paladar de manera correcta, algo que se produce debido a un mal desarrollo óseo en la etapa del crecimiento. Este provoca problemas relacionados con la mordida, como es el caso de la propia mordida cruzada, además de que los dientes también pueden verse mal alineados. Lo más habitual es que las personas que tienen el paladar ojival sean de muy poca edad, por lo que es fundamental acudir a un dentista durante el proceso de crecimiento. De esta manera, se podrá detectar con tiempo y tratar para que el niño no sufra las consecuencias en su etapa adulta.
Paladar blando
Se encuentra en la zona posterior de la boca, y es fundamental para las personas. Es un área que es especialmente sensible, por lo que puede verse enormemente afectada si se consumen productos muy fríos o muy calientes. Es por esto que se recomienda que, en caso de hacerlo, se realice con cuidado para evitar infecciones.
Paladar duro
El paladar duro es otra de las partes por las que se compone el paladar, el cual se encuentra situado en la parte frontal de las cavidades orales. Este tiene tendencia a irritarse ante la presencia de alimentos y bebidas que estén especialmente fríos o calientes, al igual que ocurre con el paladar blando. A pesar de que esto no es necesariamente grave, sí que puede provocar molestias a la persona que lo sufre, e incluso podrían llegar a aparecer llagas dentro de la boca. Por eso, para poder evitarlo, se recomienda tener algo de cuidado a la hora de consumir este tipo de productos.
Paladar irritado
El paladar irritado es un problema muy común, a pesar de que muchas personas no tienen conocimiento de ello. Es sencillo adivinar si una persona tiene el paladar irritado debido a que adopta un color rojizo, además de que la persona afectada puede presentar muchas molestias e incluso presentar la aparición de llagas. Las causas de que un paladar se encuentre irritado pueden ser muy variadas, desde una higiene dental deficiente, infecciones presentes en la boca o incluso debido al hábito que tienen algunas personas de morder determinados objetos. No obstante, lo cierto es que el paladar irritado no es algo que deba considerarse grave, ya que únicamente dura máximo unos días, y no presenta ningún problema destacable más allá de las sensaciones de molestia.
¿Cómo evitar problemas en el paladar?
Para poder evitar posibles problemas en el paladar, es importante seguir y tener en cuenta una serie de pautas que pueden ayudar a prevenir estas molestias. Entre ellas, destacan sobre todo una buena limpieza bucal, así como controlar los niveles de estrés y mantener una alimentación sana y equilibrada.
Buena higiene bucal
Una buena higiene bucal es fundamental no solamente para evitar problemas relacionados directamente con el paladar, sino también para tener una buena salud bucal en general y evitar todo tipo de enfermedades dentales. Para lograr tener unos dientes sanos, es necesario seguir unas rutinas de limpieza diaria muy específicas, entre las cuales sobre todo destaca el cepillado de dientes después de cada comida. No obstante, además de esto, también es importante añadir otros elementos complementarios como es el caso de la seda dental, el colutorio o irrigadores dentales, los cuales hacen que esta higiene sea mucho más completa.
Seguir una dieta adecuada
Por supuesto, no se concibe evitar problemas en el paladar si no se sigue una dieta sana equilibrada y libre de productos muy altos en azúcares. Sobre todo, y como bien se ha mencionado en apartados anteriores, es importante tener especial cuidado con aquellos productos que sean muy calientes o muy fríos. Esto es debido a que pueden llegar a dañar el paladar, ocasionando una sensación de irritación muy molesta y que hasta podría provocar llagas. Por supuesto, una buena alimentación también contribuye a tener una buena salud dental a nivel general.
Controlar los niveles de estrés
Aunque puede ser algo muy complicado, ya que las rutinas diarias suelen ser muy estresantes, es importante intentar por todos los medios controlar los niveles de ansiedad para evitar múltiples consecuencias. Estas no solamente se trasladan a la vida en general, sino también al paladar y a la salud dental. El estrés puede provocar también la aparición de llagas en la boca, además de que puede ser el desencadenante de que una persona coma de manera irresponsable por la ansiedad, y el estado de su boca se vea afectado después.
