Los dos lados del rostro de una persona están compuestos por diferentes estructuras anatómicas. En la zona de las mejillas, por ejemplo, se hallan los pómulos y el hueso maxilar; mientras que en la parte inferior se encuentra la mandíbula. Hoy, no obstante, vamos a conocer qué es la asimetría facial, por qué se produce y cuándo necesitas de tratamiento frente a este trastorno.
¿Qué es la asimetría facial?
La asimetría facial es una condición en la que los rasgos faciales no son simétricos en ambos lados de la cara. Por lo general, es muy común que se observen pequeñas diferencias en la simetría facial de las personas. Pero cuando esas diferencias son muy significativas, pueden afectar a la apariencia y la función de la cara.
De hecho, la asimetría facial suele tener un impacto muy destacado en la autoestima y la confianza de una persona. No obstante, como veremos más adelante, existen diversas opciones de tratamiento que pueden solucionar esta condición.
Si quieres saber más sobre este problema, en 2021 se publicó el artículo Asimetría facial en el ser humano: revisión bibliográfica y análisis de su relación con la salud. Un estudio en el que se discuten las posibles causas de aparición del trastorno y su relación con la salud bucodental y general de las personas.
Causas de la asimetría facial
Las principales causas de la aparición de la asimetría facial pueden ser múltiples. Desde factores genéticos hasta traumas físicos, malformaciones congénitas o enfermedades. La mayoría de los síntomas de estas causas van asociados con desalineación de los ojos, las orejas o la mandíbula, así como la presencia de pliegues de piel o tejido graso en un lado de la cara.
Veamos, a continuación, algunas de las causas más comunes de la asimetría facial.
Problema aislado de la mandíbula o maxilar superior
Los problemas en la mandíbula o el maxilar superior son una de las causas de aparición de este trastorno. De hecho, un problema aislado en estas estructuras puede desencadenar una desalineación en la cara.
La mandíbula y el maxilar superior son componentes muy importantes en el esqueleto facial. Ambos trabajan para permitir la apertura y el cierre de la boca, la masticación y la fonación. Si alguno de estos huesos está desalineado o presenta algún tipo de deformidad, es probable que afecte a la simetría facial.
Por esta razón, es esencial que podamos tratar de forma temprana cualquier problema en la mandíbula o el maxilar superior. Un problema que no solo puede afectar a la apariencia, sino también a la función y la salud bucal.
Asimetría nasal
La nariz es una de las características faciales más notables en una persona. Cualquier desviación en su forma o su estructura va a afectar a la apariencia general de la cara. La asimetría nasal puede estar motivada por diversos factores:
- Una lesión en la nariz.
- Una infección sinusal.
- Una obstrucción nasal.
- Una anomalía congénita.
- Una diferencia en la forma y el tamaño de las estructuras nasales.
Todas estas situaciones llevarían a una apariencia desigual en la cara, sobre todo si la asimetría nasal es muy clara y afecta al lado más visible de la nariz.
Parálisis facial periférica
La parálisis facial periférica, por su parte, es una condición médica en la que se presenta debilidad o pérdida de movimiento en los músculos de un lado de la cara. Una afección que puede ser causada por una infección viral, un traumatismo o una lesión nerviosa.
Uno de los síntomas de la parálisis es, precisamente, la asimetría facial, afectando a actividades tan cotidianas como el habla o la masticación. Sea cual sea el problema de origen, la parálisis facial periférica también supone un impacto significativo en la vida de una persona.
¿Cómo detectar la asimetría facial?
La detección de la asimetría facial es relativamente sencilla. En primer lugar, debes observar tu rostro en un espejo y comparar el lado derecho y el izquierdo. Si uno de los lados de la cara parece más grande o más pequeño que el otro, es posible que tengas un problema de asimetría facial.
También se da cuando descubres que los ojos, las orejas o la mandíbula no están alineados correctamente. Asimismo, puedes tomar una foto del rostro desde diferentes ángulos para evaluar la simetría de la cara. Si notas algún tipo de asimetría, es muy importante que consultes con un especialista médico para que realice un estudio más profesional.
¿Cuándo se necesita tratamiento?
Hay casos en los que la asimetría facial tan solo es una característica única de la persona, por lo que no necesita de tratamiento. En cambio, existen otras situaciones en las que puede causar problemas funcionales o estéticos.
Son los casos, por ejemplo, de una mordida desigual, un trastorno que provoca problemas en la alimentación o en el habla. Además, la asimetría facial también comporta problemas de autoestima e incluso psicológicos. En estas situaciones, se requiere de un tratamiento para corregir la situación.
Así pues, se recomienda buscar tratamiento en aquellas situaciones en las que la asimetría facial causa problemas funcionales o estéticos en la persona.
Tipos de asimetrías faciales
En la actualidad, conocemos diversos tipos de asimetrías faciales. La más común es la asimetría de los ojos, que se da cuando un ojo es más grande que el otro. Otro de los tipos más habituales es la asimetría de la mandíbula, un problema que suele generar una mordida desalineada.
Podemos señalar también la asimetría del mentón, aquella que muestra la barbilla algo más inclinada hacia un lado. Por último, son comunes también la asimetría facial de las orejas, la nariz y los pómulos.
Tratamientos para la asimetría facial
Existen diversos tratamientos que pueden corregir el problema de la asimetría facial. Una de las opciones más populares es la cirugía plástica. Aquí se engloban tratamientos como la rinoplastia o la mentoplastia. Ambos pueden mejorar la simetría facial al redefinir las características faciales de la persona.
Por otro lado, hay que hablar también de otros procedimientos más invasivos, entre los cuales se encuentra la cirugía ortognática. Este tratamiento es capaz de corregir los problemas de mordida y reubicar los huesos faciales para ganar en simetría.
También existen tratamientos menos invasivos, como por ejemplo la ortodoncia o la terapia de ortopedia funcional. Estos dos tratamientos también corrigen los problemas de mordida y de la mandíbula.
No obstante, el tratamiento siempre dependerá de la gravedad de la asimetría facial y de la opinión del especialista médico.
