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Los irrigadores dentales son dispositivos de higiene bucal que utilizan un chorro de agua a presión para eliminar la placa bacteriana y los restos de comida de dientes y encías. El chorro de agua llega a las zonas más difíciles de alcanzar, por lo que ofrece una limpieza más profunda que el cepillado y el hilo dental.
Estos dispositivos son muy útiles para aquellas personas que lleven implantes o coronas o tengan una enfermedad en las encías. No en vano, hacen que la limpieza sea más sencilla alrededor de estos aparatos. Existen en el mercado una gran variedad de irrigadores dentales, por lo que vamos a tratar de mostrar cuáles son los más adecuados y las mejores marcas del sector.
Beneficios de los irrigadores dentales según los dentistas
Pero antes, creemos conveniente destacar los principales beneficios que tienen los irrigadores dentales. Creemos que estos dispositivos mejoran la salud bucal y reducen la incidencia de la caries, la gingivitis y la enfermedad periodontal entre otros problemas.
¿Cómo mejoran los irrigadores dentales la salud bucodental?
La principal función del irrigador dental es emitir un chorro de agua a presión para limpiar de forma eficaz entre los dientes y a lo largo de la línea de las encías. Estas zonas son más difíciles de alcanzar por el cepillado y el hilo dental. De esta manera, se puede remover mejor la placa bacteriana y los restos de comida reduciendo el riesgo de padecer gingivitis o periodontitis.
El uso regular de un irrigador dental no solo mejora la salud de dientes y encías. También contribuye a que tengas un aliento más fresco y la incidencia de la caries sea menor. Diversos estudios han demostrado que la combinación de irrigador y cepillo de dientes mejora notablemente la salud bucodental que si solo empleas el cepillo.
Uso de los irrigadores dentales para la prevención de enfermedades
El uso del irrigador dental previene la aparición de gingivitis, periodontitis y caries dental. No en vano, este dispositivo elimina de forma más eficiente la placa bacteriana y ayuda a reducir la inflamación de las encías y el sangrado. Por todo esto, mejora significativamente la salud bucodental de cualquier persona.
Además, como acabamos de comentar, el irrigador dental está especialmente recomendado para aquellas personas que tengan aparatos de ortodoncia o implantes dentales. También es de gran ayuda para quienes tienen dificultades para usar el hilo dental. El uso fácil de este dispositivo permite que sea una herramienta muy valiosa para mejorar la rutina de cuidado bucal y mantener una boca mucho más sana.
Recomendaciones de dentistas sobre irrigadores dentales
Una vez que conocemos qué son los irrigadores dentales y cuáles son sus principales beneficios, es el momento de saber cuáles son los factores a tener en cuenta a la hora de elegir un dispositivo de este tipo.
Consideraciones al elegir un irrigador dental
A la hora de elegir el irrigador dental más adecuado, debes tener en cuenta una serie de factores para garantizar la higiene bucal más óptima:
- Eficacia del irrigador. Comprueba su capacidad para eliminar la placa y mejorar la salud de las encías. Te recomendamos que escojas un irrigador con múltiples ajustes de presión para adaptarse a diferentes niveles de sensibilidad dental.
- Facilidad de uso. Un irrigador de diseño ergonómico y con controles intuitivos es fundamental para un manejo cómodo y sencillo. Elige un modelo con boquillas intercambiables para una mayor versatilidad.
- Tamaño y portabilidad. Si sueles viajar con frecuencia, elige un irrigador compacto y recargable.
- Durabilidad y garantía. Un irrigador dental de calidad es una inversión a largo plazo en tu salud bucal. Lo más aconsejable es optar por marcas reconocidas y especializadas.
El objetivo no es solo encontrar el irrigador dental que mejore tu salud bucal, sino que también se adapte perfectamente a tu estilo de vida y a tus preferencias de uso.
Mejores marcas de irrigadores dentales según los dentistas
Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, hay una serie de marcas especialistas en higiene dental que cuentan en su catálogo con irrigadores dentales de calidad.
Firmas como Waterpik, Oral-B, Nicwell, Panasonic, Turewell, Enpuly, H2ofloss, Boston Tech o Hansun se encuentran entre las más recomendadas entre los dentistas. Todas estas marcas disponen de una gran variedad de modelos para que puedas elegir el que mejor se ajusta a tus necesidades.
Cada uno de estos modelos presenta diversas características y precios diferentes. La elección de uno u otro irrigador dental puede basarse en los factores anteriormente mencionados.
Casos en los que los dentistas no recomiendan los irrigadores dentales
No obstante, hay situaciones en las que no se recomienda el uso de un irrigador dental para la higiene bucal. A continuación, te citamos las contraindicaciones de este dispositivo y cuáles son los errores más comunes de uso.
Contraindicaciones de los irrigadores dentales
A pesar de todos los beneficios anteriores, lo cierto es que existen ciertas contraindicaciones y situaciones en las que no se recomienda el uso de un irrigador dental:
- Personas con enfermedades periodontales avanzadas o con bolsas periodontales profundas, ya que la presión del agua podría dañar y empeorar los tejidos ya debilitados.
- Los pacientes con implantes, coronas, puentes o aparatos de ortodoncia deben usar el irrigador con precaución y sin ejercer una presión excesiva que pueda desplazar o dañar el tratamiento.
- Personas con heridas abiertas o con una cirugía oral reciente, ya que el chorro de agua puede interferir en el proceso de curación y provocar una infección.
- Personas con sensibilidad dental extrema o con trastornos hemorrágicos.
En todos estos casos, es necesario que el uso del irrigador dental sea supervisado por un profesional de la odontología.
Errores comunes al usar irrigadores dentales
El uso incorrecto de un irrigador dental puede ocasionar una serie de problemas. Uno de los errores más comunes es emplear una presión inadecuada del chorro de agua. Si ejerces demasiada presión, puedes dañar tus encías y el esmalte dental. Pero una presión muy baja hace que sea ineficaz en la eliminación de la placa bacteriana.
Otro error frecuente es el enfoque incorrecto del chorro de agua. Este debe dirigirse a lo largo de la línea de las encías y entre los dientes, no directamente sobre las encías o los dientes. De esta forma, consigues evitar daños y garantizas que la limpieza sea mucho más segura y efectiva.
Además, hay personas que reemplazan el uso del hilo dental por el irrigador, un error bastante común. El hilo dental, en ocasiones, llega a zonas que el irrigador no alcanza, por lo que ambos métodos deben usarse de forma complementaria.
Por último, la irregularidad en el uso del irrigador también reduce su eficacia. Para obtener los mejores resultados, debes incorporarlo a tu rutina diaria de higiene bucal.