Cuándo utilizar enjuagues bucales con clorhexidina

A pesar de su enorme utilidad, los pacientes no siempre conocen la clorhexidina, incluso siendo uno de los elementos más recomendados por la mayoría de los dentistas. Esta sustancia de carácter antiséptico se utiliza en múltiples ocasiones dentro del mundo de la odontología, debido a que es ideal para combatir contra las bacterias y enfermedades de carácter bucodental. Por norma general, la clorhexidina se puede encontrar en gran cantidad de productos diferentes, como es el caso de las pastas de dientes, aunque su presencia suele ser mucho mayor en los enjuagues bucales. Por este motivo, estos suelen aconsejarse enormemente para incorporarlos en las rutinas de higiene oral diaria de los pacientes, ya que son un complemento ideal al cepillo y también ayudan a tener una buena salud bucodental.

La función principal de la clorhexidina es eliminar e inhibir el crecimiento que tienen todas las bacterias que están presentes en las cavidades orales, y funciona igual que cualquier tipo de desinfectante conocido en la actualidad. Por otro lado, el riesgo de infección también se reduce, y todo ello sin dañar la superficie sobre el elemento sobre el cual va a ser aplicado. En este caso, este será tanto las piezas dentales, como las encías. La clorhexidina además, también ayuda a evitar enfermedades periodontales, así como infecciones que deriven de cirugías dentales.

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Aspectos a tener en cuenta al aplicar la clorhexidina

La clorhexidina cuenta con múltiples beneficios en su utilización, además de que en principio es un producto que no solamente no es perjudicial, sino que es de gran ayuda para mantener la salud dental en buenas condiciones. No obstante, sí que es importante conocer una serie de aspectos antes de utilizarla, como por ejemplo, los límites de su uso. Incluso sin contar con demasiadas contraindicaciones, cuando la clorhexidina se usa de manera excesivamente frecuente, se pueden generar efectos adversos dentro de la boca del paciente:

  • Alteraciones en el sentido del gusto: Un uso inadecuado de esta sustancia puede hacer que el paciente sufra cambios negativos a la hora de percibir los diferentes sabores.
  • Poca efectividad: Cuando la clorhexidina se utiliza en exceso, puede dejar de cumplir con sus objetivos, y no ayudará a combatir las bacterias ni las posibles enfermedades que padezca el paciente.
  • Oscurecimiento de dientes y encías: De igual manera, se pueden producir pigmentaciones u oscurecimiento de las piezas dentales y de las encías.

No obstante, es importante tener en cuenta que estos efectos secundarios en su mayoría son reversibles, y que una vez se deje de usar esta sustancia podrán desaparecer de manera relativamente sencilla. La clorhexidina, además, es muy útil y se puede adquirir muy fácilmente en cualquier farmacia, pero igualmente no se debe emplear si no ha sido recetada por un profesional en odontología previamente.

¿Cuándo se debe usar clorhexidina?

Como bien se acaba de comentar, es un dentista especializado el que debe encargarse de recetar este producto, dependiendo siempre de su caso particular. Así, estas serían las situaciones en las que un experto podría recomendar la clorhexidina:

  • Cirugía periodontal y otros implantes: Cuando una persona se somete a cualquier intervención quirúrgica, hay algo riesgo de que esta se termine infectando. En estos casos, lo más probable es que el especialista se encargue de recomendar clorhexidina para poder curar posibles heridas generadas a raíz de estos procedimientos.
  • Lesiones en la mucosa: En estas zonas es normal acumular llagas o aftas, especialmente en aquellos pacientes que se están sometiendo a un tratamiento de ortodoncia con brackets metálicos. Por este motivo, los enjuagues de clorhexidina son bastante útiles para que estas heridas se puedan curar fácilmente, y también para que la placa bacteriana no se quede almacenada en el tejido blanco.
  • Enfermedades periodontales: La clorhexidina es especialmente útil para poder combatir con diferentes enfermedades periodontales, como bien se ha mencionado anteriormente. Esto es debido a que son muy beneficiosas para el mantenimiento de las encías, además de que evitan otras patologías relacionadas con la gingivitis o la piorrea.

Formas de aplicación de la clorhexidina

Este producto funciona como un antiséptico bucal que se aplica en el interior de la boca, haciendo que sea también imprescindible prescribir el tratamiento por parte de un dentista profesional antes de utilizarse. Por norma general, cualquier tratamiento que incluya la clorhexidina suele durar un máximo de 15 días, y su uso es relativamente sencillo. No obstante, es importante que el paciente se enjuague dos veces al día por lo menos durante treinta segundos, pues es la única manera de que este componente sea completamente efectivo. Así, los efectos durarán aproximadamente 12 horas, aunque por supuesto esto también va a depender bastante de cada paciente y de su situación clínica particular.

No se debe olvidar, que la clorhexidina en ningún caso se tiene que rebajar con agua, pues es un elemento que ya tiene todos los componentes adecuados y en proporciones convenientes, y el agua no va a ayudar a que los efectos sean más beneficiosos para la salud oral.

Conclusiones

Ha quedado muy claro que la clorhexidina no solamente no es perjudicial para los pacientes, sino que además ayudan a que las personas puedan contar con una excelente salud bucodental. No obstante, y a pesar de que esta sustancia es muy beneficiosa para la boca del paciente, lo cierto es que en ningún caso debe sustituirse por el cepillo, sino que debe actuar como un complemento del mismo. Existen gran cantidad de enjuagues bucales que se pueden emplear todos los días tras el cepillado, pues ayudan a la eliminación completa de los restos de comida que se acumulan en las cavidades orales. De esta manera, se consigue mantener los dientes y las encías totalmente sanos. Por supuesto, antes de emplear la clorhexidina, hay que consultarlo con un dentista de confianza, pues este será capaz de recomendar el más adecuado para cada persona dependiendo de sus necesidades, así como de su historial clínico. Esta será la mejor manera de garantizar un buen estado de la boca, incluyendo tanto los dientes como las encías.