¿Qué es la erosión dental? Causas y tratamiento

La erosión dental es uno de los cuatro tipos de desgastes dentales que existen, y consiste en un debilitamiento de la dentadura que tiene consecuencias funcionales (sensibilidad dental, problemas bucales, etc.), y por supuesto, también en el ámbito de la estética. Es muy importante conocer de primera mano de qué se trata este desgaste, pues así se puede prevenir su aparición o solucionarla si ya se encuentra presente. Para ello, es fundamental comenzar por saber cuáles son los diferentes tipos de desgastes dentales que existen.

Tipos de desgastes

Se pueden distinguir hasta cuatro clases:

  • Abrasión dental: Se produce debido a que se aplica una técnica de cepillado inadecuada, bien porque se ha pasado el cepillo de manera muy agresiva, o porque el movimiento no es el correcto.
  • Africión: Se produce a raíz de las fuerzas oclusales y masticatorias que lleva a cabo la mandíbula.
  • Erosión: Los ácidos que se encuentran en la placa bacteriana terminan produciendo graves daños en el esmalte si estos no se tratan a tiempo y de la manera adecuada.
  • Abfracción: Es un tipo de desgaste que tiene su origen en el roce agresivo de las piezas dentales, o el rechinamiento. Es muy común sobre todo en personas que padecen bruxismo.

Independientemente del tipo de desgaste que tenga el paciente, la realidad es que este tiene que ser tratado cuanto antes, pues la pérdida del esmalte dentario lleva a que la capa externa de las piezas dentales se debilite. De esta manera, la función protectora que tiene se ve considerablemente reducida, y es mucho más sencillo que los dientes queden expuestos.

 

Tipos de erosiones dentales

A su vez, las erosiones dentales también tienen distintos tipos que se deben conocer. Así, se pueden clasificar en dos clases:

  • Erosión extrínseca: Se produce debido a una ingesta de medicamentos o alimentos diarios, sobre todo aquellos que tienen un contenido demasiado alto de ácido clorhídrico. Por supuesto, una mala alimentación o una dieta que contenga demasiados alimentos azucarados también influyen en que se produzca este desgaste.
  • Erosión intrínseca: Se produce debido al propio organismo humano, concretamente en las personas que tienen problemas de estómago. Por otra parte, aquellos que padecen algún tipo de trastorno alimenticio también son más propensos a padecer este tipo de erosión.

A pesar de que no es lo más habitual, sí que es cierto que es posible padecer las dos erosiones a la vez, para lo cual será urgente acudir al dentista cuanto antes para ponerles solución.

 

¿Cómo saber si tengo erosión dental?

El esmalte es la capa más dura que tiene el cuerpo humano, y tiene el objetivo principal de proteger a las piezas dentales de múltiples factores externos. Por eso, a la hora de saber si el esmalte está sufriendo un desgaste, existen algunos síntomas bastante característicos que indican cuando una persona padece erosión dental:

  • Excesiva sensibilidad: La dentina es una de las partes que más sensible es a los agentes externos. Esto hace que, cuando no cuenta con la protección que necesita, tenga una sensibilidad mucho mayor que resulta bastante desagradable para los pacientes. A la hora de comer esto se hará muy patente, pues la persona experimentará una sensación de lo más desagradable especialmente al ingerir alimentos muy calientes, o muy fríos.
  • Decoloración de las piezas dentales: La dentina puede quedar expuesta cuando el esmalte dental se va desgastando, de manera que la tonalidad termina adquiriendo un color amarillo bastante poco estético.
  • Piezas dentales de menor tamaño: Cuando disminuye la cantidad de esmalte de la pieza, estas terminan adoptando una forma redonda que también las reduce de tamaño. De esta manera, los bordes terminan perdiendo opacidad y se vuelven bastante más transparentes.

 

Tratar la erosión dental

Para poder poner freno a la erosión dental y obtener la solución adecuada, es importante tener en cuenta que el tratamiento a escoger dependerá enormemente de la gravedad que tenga cada paciente, y el estado en el que se encuentre este desgaste. Así, se pueden distinguir tres tratamientos distintos:

  • Erosión inicial: Es la fase menos avanzada que existe, y por tanto, la más sencilla de tratar de todas. En estos casos, el paciente únicamente tendrá que tomar algunas medidas de carácter preventivo para intentar evitar este desgaste a toda costa. Para ello, acudir al dentista de manera recurrente podría ser de bastante utilidad.
  • Erosión moderada: Es un tipo de desgaste en el cual se da una pérdida bastante considerable de esmalte en una zona concreta, de manera que la dentina termina completamente expuesta. Para esta situación, lo más habitual es que el profesional recomiende una obturación con composite, o incluso una carilla estética.
  • Erosión severa: Es la fase más avanzada de erosión que existe, y se produce cuando se ha perdido bastante esmalte en varias zonas de la misma pieza o de varias. En estos casos, la mejor solución siempre consistirá en una reconstrucción, o incluso una endodoncia. No obstante, lo ideal es intentar evitar esta fase a toda costa, pues es mucho más difícil y tediosa de tratar que las demás.

 

Conclusiones

La erosión dental además también trae consecuencias bastante graves para las piezas dentales, empezando porque las debilita enormemente, haciendo que sean mucho más frágiles y propensas a dañarse. Por otra parte, estéticamente tampoco es beneficiosa, pues hace que los dientes pierdan su color blanco característico y adopten un tono amarillento o incluso manchas. Sin olvidar, la sensibilidad dental, que puede jugar más de una mala pasada a los pacientes que la sufren, sobre todo a la hora de comer.

La higiene dental diaria jugará un papel fundamental a la hora de prevenir la erosión, pues al eliminar los restos de comida acumulados en los dientes tras las comidas, se consiguen evitar gran cantidad de enfermedades y problemas derivados de las mismas. Por supuesto, una buena técnica de cepillado también será un factor clave, además de contar con un cepillo con cerdas suaves. De esta manera, y si además se le añaden otros elementos como el enjuague bucodental o el hilo, la erosión dental no debería suponer ningún problema.