Las fracturas maxilares son un tipo de lesión que involucra la ruptura de los huesos que componen la región facial superior. Estas lesiones pueden tener una amplia variedad de causas, desde accidentes automovilísticos hasta caídas o lesiones deportivas. Aquí te mostraremos todo lo que necesitas saber sobre las fracturas maxilares, como evitaras y su tratamiento.

Todo sobre las fracturas maxilares y su tratamiento

Entendiendo las Fracturas Maxilares: Tipos y Causas

Las fracturas maxilares son una realidad común, ocurriendo debido a diversos tipos de traumas y accidentes. Estas afectan a los huesos en la parte superior del rostro, pueden ser desafiantes tanto para los pacientes como para los profesionales médicos que se enfrentan a su tratamiento. Para comprender las complejidades asociadas con estas lesiones es muy importante que se sepa abordar adecuadamente sus implicaciones clínicas.

Diferencias entre Fractura Maxilar Superior y Otras Fracturas Maxilares

La fractura maxilar superior se refiere a las fracturas que ocurren en la parte superior de la mandíbula, cerca de la órbita ocular y el pómulo. Esta puede estar acompañada de hinchazón facial, hematomas alrededor de los ojos, dificultad para masticar, dolor intenso en la región facial superior y, en casos graves, se pueden presentar cambios en la forma de la cara o deformidades evidentes.

El diagnóstico de esta fractura se confirma mediante estudios de imágenes como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, las cuales sirven para evaluar la extensión y gravedad de la fractura. El tratamiento puede implicar el uso de alambres, placas y tornillos para inmovilizar la fractura y permitir que sane correctamente, y en algunos casos, se necesitara hacer una cirugía reconstructiva, la cual servirá para restaurar la forma y función del área afectada.

En cuanto a otras fracturas maxilares, éstas pueden ocurrir en diferentes secciones del maxilar, en donde se incluyen la mandíbula inferior, el maxilar inferior y otras áreas circundantes. Los síntomas pueden variar según la ubicación de la fractura e incluir dolor, hinchazón, dificultad para hablar o masticar, y sensibilidad en la mandíbula.

Principales Causas de Fracturas Maxilares

Las causas más comunes de las fracturas maxilares incluyen accidentes de tráfico, caídas, lesiones deportivas, violencia, accidentes laborales, accidentes domésticos, condiciones médicas como la osteoporosis, accidentes recreativos, y accidentes infantiles.

Es importante destacar que la prevención es fundamental en la reducción de las fracturas maxilares. El uso adecuado de un equipo de protección, el mantenimiento de un entorno seguro y la conciencia sobre los riesgos pueden ayudar a evitar muchas de estas situaciones potencialmente peligrosas.

Tratamiento y Recuperación de las Fracturas Maxilares

El tratamiento y la recuperación de las fracturas maxilares pueden ser complejos y variar según la ubicación, la gravedad y la naturaleza de la fractura. Es importante acudir a una evaluación médica inicial para determinar la extensión de la fractura y planificar el tratamiento adecuado, este puede implicar inmovilización de la fractura con alambres, placas y tornillos, especialmente en fracturas no desplazadas o levemente desplazadas. En casos más complejos o desplazados, la cirugía reconstructiva puede ser necesaria para realinear los huesos fracturados y fijarlos en su lugar mediante implantes metálicos y técnicas avanzadas de cirugía maxilofacial.

Durante la recuperación, se tendrá que manejar el dolor y la inflamación con analgésicos y antiinflamatorios. Asimismo, se pueden recomendar dietas blandas o líquidas para evitar el estrés en la mandíbula. Después de la fase inicial de curación, se deberá acudir a la fisioterapia para restaurar la función normal de la mandíbula y los músculos faciales, mediante ejercicios específicos para mejorar el rango de movimiento y fortalecer los músculos.

Se tendrá un seguimiento médico continuo para poder evaluar el progreso de la curación y abordar cualquier problema que pueda surgir durante el proceso de recuperación. Además, el apoyo psicológico y emocional, ya sea a través de terapia o grupos de apoyo, puede ser beneficioso para ayudar a los pacientes a enfrentar el trauma y lidiar con cualquier ansiedad o preocupación relacionada con la lesión.

Tratamiento de fracturas maxilares

El Proceso de Curación de una Fractura Maxilar

El proceso de curación de una fractura maxilar es algo complejo y delicado que implica varias etapas clave. A medida que el cuerpo se va recuperando, se tienen que llevar a cabo una serie de procesos biológicos para poder restaurar la estructura y la función de los huesos maxilares. Entre las principales etapas del proceso de curación de una fractura maxilar están:

  1. Inflamación y Hematoma:

Inmediatamente después de la fractura, se produce la inflamación, esto se debe a que los vasos sanguíneos se rompen, y forma un hematoma en el área afectada. Esta inflamación es esencial para iniciar el proceso de curación, ya que lleva células especializadas y factores de crecimiento al sitio de la lesión.

  1. Formación de Tejido de Granulación:

Las células dentro y alrededor del hematoma comienzan a formar tejido de granulación, una estructura provisional que proporciona un andamiaje para la regeneración del tejido óseo.

  1. Callo Fracturario:

Durante las primeras semanas, las células llamadas osteoblastos comienzan a depositar un tejido fibroso y cartilaginoso alrededor del sitio de la fractura. Este tejido eventualmente se convierte en un callo fracturario, un puente provisional de tejido que une los fragmentos de hueso fracturados.

  1. Osteogénesis:

A medida que el callo fracturario se forma, los osteoblastos continúan su trabajo, convirtiendo gradualmente el tejido fibroso y cartilaginoso en hueso sólido a través del proceso de osteogénesis. Este nuevo tejido óseo reemplaza el tejido provisional y se integra con los huesos circundantes.

  1. Remodelación Ósea:

La remodelación ósea es un proceso continuo que puede durar meses o incluso años. Durante esta etapa, el hueso recién formado se ajusta y fortalece en respuesta al estrés mecánico. Los osteoblastos y osteoclastos trabajan juntos para equilibrar la formación y la reabsorción ósea, asegurando que el hueso se repare y fortalezca adecuadamente.

  1. Rehabilitación y Terapia:

Después de que la fractura ha sanado adecuadamente, la rehabilitación y la terapia pueden ser necesarias para restaurar la función normal de la mandíbula y los músculos faciales. Esto puede incluir ejercicios específicos para mejorar el rango de movimiento y fortalecer los músculos afectados.

El tiempo de Curación de una Fractura de Mandíbula

El tiempo de curación de una fractura de mandíbula varía según varios factores, los cuales incluyen la ubicación y gravedad de la fractura, la edad y salud general del paciente, así como el tipo de tratamiento recibido. Generalmente, se puede proporcionar una estimación del proceso de curación para una fractura de mandíbula, aunque es importante tener en cuenta que cada caso es único y puede requerir un tiempo de recuperación diferente.

Cuando son fracturas que no requieren de cirugía, el tiempo de curación suele estar en el rango de 4 a 8 semanas. Durante este período, se espera que el hueso sane y se fusione adecuadamente. Mientras que las fracturas mandibulares desplazadas o complejas que requieren cirugía para realinear los huesos y fijarlos en su lugar pueden tener un tiempo de curación más prolongado. Ya que, después de la cirugía, se necesita tiempo para que los huesos se fusionen y el tejido circundante se recupere. El proceso de curación después de una cirugía para una fractura mandibular puede llevar de 6 semanas a varios meses, dependiendo de la complejidad de la fractura y la efectividad del tratamiento.

Complicaciones y Cuidados Post Tratamiento de Fracturas Maxilares

Después realizar el tratamiento de una fractura maxilar, se debe prestar mucha atención a las posibles complicaciones potenciales, asimismo, seguir ciertos cuidados para facilitar la recuperación y minimizar el riesgo de problemas a largo plazo. Para tener un cuidado adecuado después del tratamiento, es importante seguir al pie de la letra las indicaciones del médico o cirujano oral cuidadosamente.

Consulta con cirujano oral

Posibles Complicaciones tras una Fractura Maxilar

Entre las complicaciones que podrían ocurrir luego de una fractura maxilar incluyen:

Infección: las fracturas maxilares pueden aumentan el riesgo de infecciones, especialmente si se han realizado cirugías o se encuentran heridas abiertas. Las infecciones pueden causar aún más hinchazón, enrojecimiento, dolor y fiebre.

Maloclusión: la mala alineación de los dientes o la mandíbula puede surgir después de tener una fractura maxilar, lo que puede afectar la forma en que los dientes se encuentran y funcionan juntos.

Necrosis Ósea: en el caso de las fracturas graves, donde se ha perdido tejido óseo y blando, la falta de suministro sanguíneo adecuado puede llevar a la necrosis ósea, donde el hueso afectado muere.

Disfunción de la Articulación Temporomandibular: las fracturas maxilares pueden afectar la articulación temporomandibular, generando problemas en la apertura y cierre de la boca, así como dolor y malestar.

Dolor Crónico: algunos pacientes llegan a experimentan dolor crónico en la zona de la fractura, especialmente si la lesión ha afectado nervios u otras estructuras sensibles.

Problemas Estéticos: las fracturas maxilares pueden causar algunos cambios en la apariencia facial, sobre todo, si se producen deformidades o asimetrías después de la curación.

Dificultades para Hablar o Comer: dependiendo de la gravedad y ubicación de la fractura, las funciones básicas como hablar y comer pueden verse afectadas temporal o permanentemente.

Problemas Respiratorios: estas fracturas pueden llegar a afectar la respiración si hay desplazamiento significativo que obstruye las vías respiratorias nasales.

Cuidados Esenciales tras una Fractura de Mandíbula

Para tener un cuidado totalmente rápido y efectivo debes tomar todos los medicamentos recetados para controlar el dolor e inflamación, mantener una dieta de comidas blandas o líquidas para evitar el estrés en la mandíbula. Además, tienes que mantener una higiene oral rigurosa, enjuagándote la boca con agua salada y siguiendo las pautas del dentista, esto te ayudara a prevenir infecciones.

Evita alimentos y bebidas extremadamente calientes, frías, picantes o duros, esto podría dificultar la recuperación. En el caso de que fumes o consumas alcohol, deberás dejarlo de lado durante la recuperación, ya que pueden interferir con la curación. Después de la fase inicial de curación, la fisioterapia puede ser recomendada para mejorar el rango de movimiento de la mandíbula.

Es importante que asistas a todas las citas de seguimiento con el médico para evaluar el progreso de la curación. Así como también, es importante buscar apoyo emocional, en el caso de que te sientas ansioso o deprimido durante el proceso de recuperación. Evita situaciones que puedan aumentar el riesgo de lesiones faciales hasta que el médico lo permita, especialmente en actividades físicas o deportes de contacto.