En aquellos momentos donde una persona padece de una separación total de las superficies articulares, hasta el punto de necesitar una reducción debido a una mala postura del cóndilo, se empezaría a hablar de una luxación mandibular. Es una lesión que, si bien se puede manifestar en varias recaídas, también puede darse en un solo episodio. No obstante, en cualquiera de ambos casos, es importante tratarlo para que produzca las menores molestias posibles al paciente. Cuando este problema se alarga en exceso en el tiempo, ya se podría empezar a hablar de una patología de larga evolución.
Esta complicación puede desarrollar problemas para el paciente a la hora de poder abrir la boca con normalidad sin sufrir dolores o molestias. Por ello, es muy conveniente tratarla a su debido tiempo para que las consecuencias no sean cada vez más graves con el paso del tiempo.
¿Qué es la Luxación Mandibular y cuál es su volumen de incidencia?
Se trata de una rotura producida en el hueso de la mandíbula, de forma que la parte inferior de la misma se termina saliendo de su posición correcta. Esto puede ocurrir tanto en una como en varias articulaciones donde se conecta con el cráneo.
Definición de Luxación Mandibular
La articulación temporomandibular, también denominada ATM, se forma por la unión existente entre el hueso temporal entre la mandíbula del cráneo. Si se tiene esto en cuenta, se entiende que la luxación mandibular se da cuando el cóndilo mandibular se termina saliendo de la posición donde debe encontrarse. Así, se termina colocando delante de la eminencia articular y la mandíbula se bloquea. Esto puede resultar muy doloroso para quienes lo padecen, además de que también hace que la boca presente muchas limitaciones en lo que respecta a la movilidad.
Por otra parte, conviene saber los motivos o factores por los cuales se puede terminar dando la luxación mandibular:
- Factores precipitantes: Se producen cuando una persona sufre un golpe o traumatismo muy fuerte, o abre la boca de manera brusca a raíz de un estornudo o bostezo. También es común a la hora de someterse a procesos como la extracción de las cordales, más conocidas como muelas del juicio.
- Factores predisponentes: Son alteraciones anatómicas que hacen que sea más sencillo padecer luxación. Algunos síndromes, de igual manera, pueden ser los causantes de esto, como es el caso del de Marfan.
Distinción entre Luxación y Subluxación Mandibular
Mientras que con la luxación mandibular se produce una separación completa de las superficies articulares, haciendo que sea necesaria una reducción manual por la mala posición del cóndilo, en lo que respecta a la subluxación mandibular sí que existe un contacto entre las superficies articulares. En este caso, el cóndilo sí puede volver a su sitio de una forma completamente natural. Esto, con la luxación mandibular, sin embargo, no ocurre.
No obstante, ambos son trastornos relacionados con la hipermovilidad articular, y aquellas personas que tienen laxitud ligamentosa desde hace tiempo son más propensas a padecerlas.
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Volumen de Incidencia de Luxación de Mandíbula
Si bien este trastorno no presenta una incidencia tan grande como otros, lo cierto es que puede llegar a afectar a un buen número de personas. Por ese motivo, es recomendable conocer de primera mano toda la información existente sobre él y tratar de ponerle remedio a su debido tiempo.
Síntomas y Soluciones para la Luxación Mandibular
Para poder planificar y comenzar un tratamiento adecuado de la luxación mandibular, conviene saber cuáles son los signos de esta lesión para poder identificarlos cuando corresponde. Así, el problema tendrá la solución adecuada, y en el momento más conveniente.
. Identificación de Síntomas de Luxación Mandibular
Estos son algunos de los indicios más comunes de que una persona sufre de luxación mandibular:
- Mordida fuera de lugar o directamente torcida, algo que se puede comprobar sobre todo a la hora de masticar.
- Mucha dificultad para poder hablar y pronunciar ciertas palabras.
- No tener capacidad para poder cerrar la boca de manera adecuada, y por tanto, sufrir fuertes molestias.
- Una gran producción de saliva precisamente como consecuencia de no poder cerrar la boca.
- Se produce desalineación por parte de las piezas dentales.
- El paciente notará que la mandíbula se encuentra torcida, o en un lugar que no le corresponde.
- Dolores muy fuertes y casi insoportables en la cara, y especialmente delante del oído y cuando se produce movimiento.
Tratamiento y Soluciones para la Luxación de Mandíbula
Hay una serie de métodos muy beneficiosos contra la luxación de la mandíbula que se pueden llevar a cabo. Estos son los siguientes:
- Terapia conservadora: Se basa en la restricción de la movilidad de la mandíbula a través de la introducción de fibrosis en el espacio superior. Para ello, se usan agentes escleróticos, o bien aplicando un plasma que sea rico en plaquetas. Este se obtendrá directamente de la sangre del paciente.
- Reducción manual: Para realizarla, es importante recurrir a la sedación en los casos donde la musculatura esté muy contracturada. Así, se podrán obtener unos resultados satisfactorios. En este caso se debe ejercer presión hacia abajo, hacia atrás y hacia arriba con la mandíbula utilizando los dos dedos pulgares y presionando la cara oclusal. A la vez, la barbilla debe elevarse mientras la mandíbula se mueve para atrás.
Maniobra de Subluxación Mandibular: Una opción de tratamiento
Para poder ejecutar esta maniobra de manera correcta y obtener los resultados deseados, se deben seguir los estos pasos:
- Únicamente realizar la subluxación mandibular en aquellos pacientes que puedan padecer algún tipo de lesión cervical.
- Colocarse a la cabecera del paciente y situar las manos a ambos lados de la mandíbula. Los dos pulgares deberán estar sobre la misma, y el resto de los dedos, sujetando los arcos.
- Posteriormente, se debe llevar a cabo una tracción mandibular hacia delante y hacia arriba.
- Si sigue habiendo obstrucción, la cabeza debe extenderse muy despacio hasta que la vía aérea se abra.
Tipos de Luxación Mandibular y su Diagnóstico
Existen varios tipos de luxación mandibular, los cuales se pueden clasificar en los siguientes:
Luxación aguda: Si bien provoca mucho dolor a la persona que la padece, lo cierto es que es relativamente sencilla de manejar. Para poder aliviar las molestias, el paciente puede recurrir a los analgésicos, siempre y cuando estos hayan estado previamente indicados por un profesional. La reducción manual también puede ser de gran ayuda en estos casos.
Luxación crónica: Es aquella de mayor gravedad que se da cuando la luxación se da muy a menudo o está evolucionando a algo más severo. En estos casos, el mejor tratamiento es el conservador. No obstante, si este no fuera suficiente, ya habría que acudir a un procedimiento de carácter quirúrgico.
Asimismo, existen otros dos tipos: la luxación unilateral y bilateral.
Luxación Unilateral y Bilateral de la Mandíbula
Como bien se ha comentado en el apartado anterior, la luxación puede ser mandibular unilateral, la cual se presenta como un tipo de desviación hacia el lado opuesto. A su vez, también presenta hipermovilidad.
En el caso de la luxación bilateral, esta directamente es fácil de detectar, ya que el paciente ni siquiera podrá cerrar la boca. Por supuesto, existen otras complicaciones, como es el caso del exceso de saliva, la mordida abierta, o incluso presentar dificultades para poder hablar con normalidad.
Dependiendo de cuál se trate, el tratamiento irá enfocado hacia un lado o hacia otro. Por ello, es fundamental acudir previamente al dentista para que analice el caso en profundidad y determine qué es lo que el paciente necesita realmente.
La Luxación ATM: Luxación de la Articulación Temporomandibular
La articulación temporomandibular (también denominada ATM) se sitúa concretamente en frente de la parte inferior de la oreja. Esta permite el movimiento a la mandíbula inferior, y es fundamental para poder desempeñar funciones tan vitales y cotidianas como es el comer o hablar. A su vez, se trata de un conjunto de toma de bola, al igual que ocurre con el hombro o las caderas. La bola, más conocida como cóndilo, sale del enchufe cuando la persona en cuestión abre la boca, y posteriormente se mueve hacia delante. Esta solo volverá a su lugar cuando la propia boca vuelva a cerrarse. Cuando un paciente ya no puede ejecutar estos movimientos sin problemas, o presenta mucho dolor, entonces será una clara señal de que algo no está circulando como debería.
Diagnóstico a través de Radiografías para Luxación Mandibular
A través de una serie de radiografías que deben ser llevadas a cabo por un profesional con experiencia, es posible hacer un buen diagnóstico cuando se analiza la posición de la mandíbula. Después, se comprobará que el paciente pueda mover la boca y las propias radiografías confirmarán el diagnóstico clínico. Así, también será mucho más sencillo comenzar un tratamiento que resulte adecuado para la persona en cuestión.