Cómo solucionar la sensibilidad dental en 4 pasos

La sensibilidad dental es un tipo de dolencia que se caracteriza principalmente por un dolor muy agudo localizado en la boca. Este, a pesar de ser breve, es enormemente molesto, especialmente a la hora de realizar actividades tan comunes como es el comer. La sensibilidad dental se puede dar tanto en un única pieza dental, como en cualquier zona de las cavidades orales que esté contactando con estímulos externos, o lo que es lo mismo, cuando la parte interna del diente (dentina) queda completamente expuesta. Los diferentes estímulos que existen pueden ser táctiles, como el cepillado de dientes, térmicos (bebidas o alimentos muy fríos o muy calientes) y químicos.

Por desgracia, es bastante habitual que las personas sientan cierta sensibilidad en los dientes, especialmente a la hora de comer determinados alimentos. Esta sensación se puede dar por diferentes motivos, desde enfermedades periodontales, hasta encías retraídas o incluso la presencia de caries. Lo cierto es que la sensibilidad dental es un tipo de dolencia bastante frecuente entre la población, especialmente entre los adultos, llegando a afectar hasta 7 de cada diez adultos, y siendo más habitual en mujeres.

sensibilidad dental

Origen de la sensibilidad dental

Existen diferentes causas por las cuales una persona puede padecer sensibilidad dental. Esto se da principalmente porque la dentina termina quedando expuesta a los estímulos externos, como bien se ha mencionado anteriormente. Entre algunas de las causas más comunes por las que se produce esto, se encuentran las siguientes:

  • Empastes dentales: Cuando un paciente tiene caries, debe someterse a un procedimiento de empastes dentales, lo cual puede hacer que se sufra una sensibilidad excesivamente fuerte en los dientes después del proceso. El motivo es que el relleno utilizado se contrae al solidificarse, de manera que se produce tensión en el diente. No obstante, esta sensación termina por desaparecer tras unos pocos días.
  • Empastes desgastados: De nuevo, aquellas personas a las que se les realizan empastes debido a las caries, pueden experimentar un desgaste de los mismos. Generalmente, esto se produce debido a la erosión, a un cepillado que se está realizando de manera incorrecta, o incluso a la ingesta de alimentos excesivamente ácidos. En este tipo de situaciones, lo más recomendable es revisar la obturación antigua y llevarla a cabo de nuevo.
  • Dientes rotos: Cuando las piezas dentales presentan algunas roturas, la fractura termina alcanzando la dentina, lo que a su vez origina una sensibilidad dental excesivamente fuerte. Para poner solución a esto, basta con colocar tanto una corona dental, como una funda que se adapte a las necesidades de cada paciente.
  • Aparato de ortodoncia: Es bastante normal que los pacientes que llevan aparato sientan que tienen los dientes mucho más sensibles de lo normal. El motivo es que la presión que ejercen los brackets es tan fuerte que las piezas dentales lo terminan notando. Estas molestias son bastante agudas sobre todo a la hora de comer, pero una vez se pasa el periodo de adaptación, no vuelven a dar ningún tipo de problema.
  • Encías retraídas: Las enfermedades periodontales o los cepillados excesivamente agresivos provocan la retracción de encías, la cual deja expuesta la raíz del diente y hace que la sensibilidad sea mucho más notable. No obstante, la intensidad de estas molestias va a depender enormemente del paciente y de su situación individual. En caso de que la sensación vaya a más, se podrá tratar a través de un injerto de encía, entre otros procedimientos.
  • Tras una profilaxis: Tras una limpieza profesional, es bastante habitual sufrir hipersensibilidad, pues se acumula una cantidad bastante grande de sarro que una vez se elimina, deja los dientes bastante sensibles. Esto es debido a que la dentina queda mucho más expuesta, aunque las molestias únicamente duran unos pocos días.
  • Esmalte dental desgastado: Esto puede darse en las personas que padecen bruxismo, o bien por haber utilizado una pasta de dientes abrasiva, o incluso por llevar a cabo un cepillado excesivamente agresivo. En estos casos, y dado que el esmalte no se puede regenerar por sí misma, es necesario realizar una restauración a través de un composite.
  • Tras un blanqueamiento dental: Al igual que ocurre con la profilaxis, después de haber llevado a cabo este tipo de tratamientos, las piezas dentales suelen estar más sensibles durante unos cuantos días. No obstante, y como bien se ha comentado anteriormente, el dolor desaparece por sí mismo poco tiempo después. Para aliviarlo, es recomendable consultar con el dentista la ingesta de algún tipo de analgésico, además de productos desensibilizaste.
  • Caries: Es una de las causas más comunes de la sensibilidad dental, pues son bacterias que alcanzan la dentina y la dejan expuesta. Así, el paciente tiene una sensación de sensibilidad extrema a cualquier alimento excesivamente frío, caliente o incluso ácido.
  • Erosión dental por ácidos: Una persona que consume de manera excesiva productos muy ácidos (zumos, refrescos, etc.) es propensa a padecer sensibilidad dental, ya que se provoca la erosión del diente. Por ello, la solución pasa o bien por una restauración, o directamente dejando de consumir estos productos de manera tan excesivas. 

Conclusiones

La sensibilidad dental, si bien es bastante común entre la mayoría de las personas, también es bastante evitable. Por ello, los especialistas recomiendan seguir una serie de hábitos que ayuden a disminuir el riesgo de padecer estas molestias en los dientes. La primera, pasa por evitar costumbres perjudiciales como es el consumo excesivo de tabaco y alcohol, seguido de una buena limpieza diaria ( a través de un cepillado dental, además del uso de otros elementos auxiliares), tener cierto control en la alimentación y por supuesto, acudir a un dentista profesional de manera regular.

Si se siguen todas estas recomendaciones, no habrá que preocuparse por padecer ni sensibilidad dental, ni muchos otros problemas relacionados con la salud oral, desde aquellos relacionados con la funcionalidad de la boca, como de la propia estética de la misma. No obstante, en caso de no poder evitarla, existen soluciones de lo más efectivas para hacer frente a las posibles complicaciones que surjan, y siempre de una manera exitosa.